La alfombra roja de los premios Soberano, como se vio en televisión, no fue un acto para recibir a los artistas nominados, invitados a participar en el ceremonial, sino más bien, una pasarela de figura preseleccionadas, las únicas con opción a ser enfocadas y entrevistadas.
Durante dos maratónicas horas, fue visible el énfasis en excluir nominados , para dar protagonismo a vestimentas de modistos pre escogidos, algo que resta pluralidad a este preámbulo de la importante premiación que otorga la Asociación de Cronistas de Arte (ACROARTE) y la Cervecería Nac ional Dominicana.
La alfombra roja de este tipo no debe ser para dar preeminencia a la moda, sino para recibir a los artistas nominados, con derecho a desfilar por ella. La moda debe estar presente como motivo o elemento de curiosidad. Los tiros de cámaras deben se abarcadores, deben registrar ese momento, para que el televidente aprecie la concurrencia al mismo.
Luego, es deber de la producción seleccionar entre los artistas que llegan a quienes entrevistar, pero no , como al parecer ocurrió, y si no fue así se parece mucho, seleccionar una lista con la exclusividad de visualizar en las cámaras sus llegadas, y de paso ser entrevistado.
El otro fiasco es que como parte del oropel el del panel integrado por “fashionistas”. Nadie debe invitar a una persona a su casa para en la entrada ser objeto de críticas por la forma como el invitado anda vestido.
Se veía de muy mal gusto escuchar a los señalados críticos de moda, fusilar en el acto a los invitados, lo que desdice de la cortesía del que invita. Eso es entendible en otro escenario, en otros espacios de televisión o de radio, por gente agenda a la organización, no así a la producción del evento que si debe en ese momento dedicarse a exaltar la presencia del artista al mismo.
Para lo que sirvió ese panel cargado de opiniones fue para alborotar las redes sociales, que estimulados por los comentarios adversos de los panelistas – metidas de patas incluidas- comenzaron a bombardear el acontecimiento desde el principio hasta el final.