Cuando esos 31 hombres y cuatro mujeres se reúnan mañana en el Metro Country Club (bien resguardados y lejos del mundanal ruido), flotará en el ambiente el eco del inmenso coro nacional contra la corrupción y la impunidad: el de las decenas de movilizaciones de grupos sociales organizados, los iracundos gritos huelgarios en pueblos y barrios, los siete severos sermones del Viernes Santo, los duros comunicados de la cúpula empresarial y la declaración de guerra de Wally…Wally…Wally…contra la corrupción impune en República Dominicana. Por todo eso, esas damas y caballeros tendrán que pensar muy bien lo que van a decidir.