Santo Domingo. – La Asociación Dominicana de Controladores de Tránsito Aéreo Inc. ADCA, lamenta profundamente la muerte del piloto aviador Héctor Soriano y seis (6) turistas extranjeros que ocupaban la aeronave comercial HI-957 tipo Piper Cherokee PA32, la que se estrelló contra un árbol pocos minutos después de despegar desde el Aeropuerto Internacional de Punta Cana. La cantidad de fallecidos lo convierte en el mayor accidente de aviación ocurrido en el país desde febrero del 1996, cuando un B757 operado por Alas Nacionales se precipitó al Océano Atlántico, instantes después de despegar de Puerto Plata.
De acuerdo a las informaciones preliminares emitidas por el Relacionador Público del IDAC, a pocos minutos después de despegar con destino a Arroyo Barril, la aeronave mantuvo muy baja altitud, estrellándose contra un árbol dentro del campo de golf del complejo residencial El Cocotal, en Bávaro. El piloto no se comunicó con la torre de control de Punta Cana para reportar problema alguno.
La ADCA, comprometida con el protocolo de manejo de informaciones delicadas sobre accidentes, evita emitir juicios hasta que la Comisión de Investigación de Accidente de Aviación (CIAA), de la Junta de Aviación Civil (JAC) dicte su informe oficial, pero entiende la necesidad de exponer los puntos siguientes ante la opinión pública.
Arroyo Barril no dispone de abastecimiento de combustible para la aviación, por lo que las aeronaves que operan en esa terminal deben llegar a dicho aeropuerto con combustible suficiente para regresar. Lo que incrementa el peso operacional de la aeronave y la hace más vulnerable en caso de emergencia.
Arroyo Barril carece de un vehculo de ambulancia para transportar heridos en caso de accidentes o situaciones prioritarias de salud.
Los pilotos que operan los vuelos diarios de turistas no tienen un lugar habilitado para su descanso, por lo que deben permanecer en las inmediaciones de las aeronaves hasta que los turistas regresen al aeropuerto, después de sus paseos de casi 10 horas.
Hasta hace poco, la torre de Arroyo Barril carecía de los sistemas elementales para la operación de una torre de control.
Esperamos que el informe de la Junta de Aviación Civil conlleve a mejoras en el cumplimiento de normas en pro de la seguridad de las operaciones aéreas. Presentamos nuestras condolencias a los familiares de los fallecidos y a toda la comunidad aeronáutica.