- Este es el tercer grupo que se gradúan de este programa de formación
- El señor José Miguel González, director de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de la Barquita presidio el acto de graduación.
Santo Domingo.- La Unidad Ejecutora del Proyecto para la Readecuación de La Barquita y Entornos entregó los certificados a las 243 familias que concluyeron el Ciclo de Formación Ciudadana número 3, durante una acto celebrado en la Parroquia San Vicente de Paul.
El proyecto para la Readecuación de La Barquita y Entornos se embarca en la difícil tarea de reubicar los residentes de esta zona, con el propósito de proveerles no solo de una vivienda digna, sino también de una mejor calidad de vida.
Las familias que participaron en el Taller Formación Hacia la Nueva Barquita, fueron orientadas durante tres meses, en dos sesiones semanales de dos horas cada una, para un total de 16 encuentros, siendo la primera vez que estas familias dedican tantas horas a una actividad de este tipo.
El acto de graduación inicio con las notas del Himno Nacional y fue presidido por los señores José Miguel González, director de la Unidad Ejecutora para la Readecuación de la Barquita; Patricia Cuevas, coordinadora, y Gisela Mejía, encargada de Formación Ciudadana, quien hizo una breve descripción del taller.
“Se trata de unos encuentros de formación, con metodología experiencial, en los que participa todo el núcleo familiar, organizados en grupos cuyo número mayor de participantes es 30 familias, unas 6 familias por grupo”, explicó.
Dijo que le objetivo de esta capacitación es desarrollar un proceso integral de aprendizaje social sostenible para las familias de La Barquita, que les habilite con los hábitos y conductas que les permitan la sana convivencia al reubicarse en la Nueva Barquita.
Manifestó que para ello se desarrolla un proceso de aprendizaje social integral, individual y grupal, para que estas familias aprendan nuevos estilos de comportamiento ciudadano responsable, una cultura de sana convivencia, compromiso comunitario, como usar las viviendas adecuadamente y sostenibilidad de los valores, entre otros aspectos.
Gisela Mejía refirió que se nota el avance y el logro de lo que se buscaba con estos talleres, ya que en la comunidad de La Barquita han bajado los niveles de conflictos interpersonales, la violencia intrafamiliar y se evidencia un mayor compromiso con la protección de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes, así como el respeto a los derecho y deberes de todos y todas.
Mientras que el señor José Miguel González, por su parte, manifestó que La Barquita es un proyecto de transformación humana que tiene la responsabilidad de formar a cada miembro de las familias del sector, habilitándoles y proporcionándoles herramientas de habilidades sociales y alfabetización cívica necesarias para la sana convivencia y su adaptación en lo que será su nueva realidad urbana y social.
“Cuando el Presidente de la República, Lic. Danilo Medina, me designó para ser parte de este proyecto e iniciamos las visitas a la antigua Barquita, nos hicimos consciente de que esta iniciativa sobrepasaba el aspecto de intervención física de una zona de alta vulnerabilidad. Nos hicimos conscientes de que estábamos frente a un reto mayor donde el eje principal son los seres humanos que por décadas han vivido en situaciones extrema de riesgo”, agregó.