En el espacio se exponen las obras y los objetos que formaron parte esencial en la vida del brillante escritor.
Santo Domingo, 26 de abril 2015.“Honor a quien honor merece”, reza una frase muy conocida y esta se pone de manifiesto en la escogencia del poeta, narrador, ensayista, dramaturgo y pianista Manuel Rueda, a quien la Feria Internacional del Libro Santo Domingo 2015 (FILRD2015) le dedica esta décimo octava edición.
Con el interés de dar a conocer su trayectoria literaria y cultural, el Ministerio de Cultura y la Dirección General de la Feria del Libro instalaron en el campus ferial un pabellón que rinde tributo a su vida y obra.
El pabellón fue inaugurado el pasado sábado durante un acto encabezado por el ministro de Cultura, José Antonio Rodríguez, el director de la feria Valentín Amaro y el director ejecutivo, Pedro Antonio Valdez.
En este espacio, el público puede conocer su biografía, obras públicas, el piano que utilizó para componer piezas musicales, el busto y el libro del músico francés Frédéric François Chopin a quien el también pianista le tenía gran admiración; además, en la sala de exposiciones del pabellón se encuentra un busto y retrato del dramaturgo, del artista Domingo Guaba, entre otros objetos.
De igual modo, cuenta con un auditorio donde poetas nacionales e internacionales participan con lecturas, para el disfrute de los asistentes.
Este ilustre dominicano de múltiples capacidades dejó un vasto legado de obras literarias, compuesta por poemas, cuentos, novelas y piezas teatrales. Rueda es considerado uno de los intelectuales más polifacéticos del siglo XX en el ámbito nacional.
La arquitecta Japonesa Capellán, coordinadora de la exposición, sostuvo que los visitantes a esta fiesta del libro que se celebra en la Plaza de la Cultura Juan Pablo Duarte, podrán apreciar y conocer las distintas facetas en las que incursionó el connotado intelectual.
La también catedrática resaltó que una de las aptitudes que no se ha dado a conocer del escritor homenajeado es que también incursionó en la pintura, a pesar de que no se desarrolló en esa disciplina.
Rueda nació en Montecristi y a la edad de 15 años obtuvo una beca para estudiar música en la República de Chile, en el 1945, donde obtuvo el reconocimiento “Orrego Carvallo”, otorgado por el conservatorio de música del país suramericano al mejor pianista de su promoción.
Años más tarde, en 1949, regresa a la República Dominicana e inicia su labor como docente en el Conservatorio Nacional de Música, donde luego pasó a ser director, posición que ocupó durante 20 años.
Rueda desempeñó, además, el cargo de director del departamento de Investigaciones Folclóricas de la Universidad Nacional Pedro Henríquez Ureña (UNPHU). Asimismo, fue el primero en impartir cursos de pedagogía musical en la vertiente de interpretación pianística en el país.
Para el escritor José Alcántara Almánzar “su enorme capacidad artística se revela en su gran sentido de la musicalidad, su sólida formación conceptual y su aptitud para abordar las obras de los autores más difíciles”. Rueda falleció el 20 diciembre del año 1999.