Francisco Castro Catrain aporta el dato cultural que define lo que les ha pasado a los políticos predestinados del pasado: “La carcoma es un insecto de metamorfosis completa, muy masticador, de rígido caparazón y de alas plegables para migrar. Es bien sabido que cuando la carcoma llega y ataca su objetivo, no hay otra alternativa que fumigar para evitar su posterior reaparición. Cuando ese coleóptero se aposenta, deja su secuela, sus destrozos, y se va”. Definitivamente, hay evidencias claras de que en este mes que ya termina (¡otra vez en Abril!) a por lo menos dos de nuestros predestinados del presente les cayó carcoma.