Recorrí la Feria del Libro de cabo a rabo; hablé y comí en el Pabellón de Cocina (y hasta me pagaron); gocé el lanzamiento de “Cuentos Diminutos”, de Emelda Ramos (presentado por Doy Gautier, con un entusiasmo juvenil de ochenta y pico largos); Víctor Manuel en el Teatro Nacional, 7 Días con el Pueblo y su emocionante homenaje a Orlando; me topé con Tony Raful y José Alcántara Almánzar, que nunca faltan…Pero lo más importante fue el abrazo a Virtudes Uribe, mecenas del libro dominicano, lo que la hace merecedora del título que demando: Madre de la Patria Literaria (¿o es casual que su librería sea La Trinitaria?).