La inexistencia de una “Ley de Quiebra y Reestructuración Mercantil” causa la pérdida de “muchas inversiones extranjeras y locales o que éstas no se materialicen”, lo que afecta el ranking de competitividad y de clima de negocios del país, sostuvo este miércoles el Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD).
El ingeniero Temístocles Montás hizo un llamado al Congreso Nacional para que convierta en ley este proyecto al abrir un taller sobre el tema en el Salón Verde del Palacio Nacional, acompañado del representante del Banco Mundial, McDonald Benjamín, entidad que apoyó el evento, y del vicepresidente de la Cámara Americana de Comercio, William Malamud.
También de los diputados Alberto Atallah, presidente de la Comisión de Industria y Comercio; Víctor Bisonó, de la Comisión de Economía, Planificación y Desarrollo, y de la diputada Guadalupe Valdez. En el taller intervinieron, además, Andrés Martínez, expecialista financiero del Banc Mundial y Omar Victoria, miembro del Comité legal del ABA y parte del equipo redactor de la ley, informó la Unidad de Comunicaciones del MEPyD.
Montás dijo que si bien el país ha sido exitoso en atraer inversión extranjera directa y transferencia tecnológica estos últimos diez años, “no menos cierto es que muchas inversiones extranjeras y locales se han perdido o ni siquiera se han hecho porque (el país) no cuenta hasta ahora con una Ley de Quiebras y Reestructuración Mercantil”.
Recordó que el país ocupa la posición 11 de entre 148 economías evaluadas por el índice de competitividad global elaborado por el Foro Económico Mundial.
Observó que según expertos el código comercial dominicano data de 1844 y su última modificación en 1911 al libro del Código de Comercio sobre Quiebras para promulgarse luego en 1956 la Ley 4582 que exige tentativa de arreglo previo a toda demanda de quiebra.
“Se puede ver claramente que en materia de ley de quiebras estamos quebrados, por lo cual necesitamos afrontar esta situación, si queremos generar un marco adecuado para el desarrollo de los negocios y así poder competir globalmente y atraer a los grandes inversionistas globales”, comentó.
El ministro estimó que son muchos los casos conocidos de empresas en dificultad económica que no encuentran el oxígeno necesario para reestructurarse y sobrevivir, para mantener sus operaciones, preservar empleos, pagar impuestos y deudas y seguir sirviendo a la sociedad.
Pero subrayó que también son muchos los casos de empresas que se declaran en quiebra sin prever el pago de prestaciones a sus empleados, “dejados en las calles sin trabajo y sin un centavo de sus prestaciones acumuladas”, que no honran sus deudas con acreedores, ni pagan los impuestos al fisco, mientras sus accionistas salen bien librados y hasta pueden hacer inversiones suntuosas.
“Por todo esto es que el objeto del proyecto de ley propuesto es tratar de mantener a flote a empresas que pasan por momentos de dificultad económica, mediante un proceso de reestructuración mercantil, y ante el hecho indeseado de que no puedan ser salvadas, iniciar el proceso de liquidación garantizando los derechos del fisco, de empleados, de acreedores válidos y de accionistas”, subrayó.
McDonald
Mientras que el representante local del Banco Mundial dijo que esa institución acompaña al país en este proceso de creación de ley de quiebra porque tiene por misión ayudar a los países miembros a erradicar la pobreza y promover la prosperidad compartida, y en este caso la Estrategia Nacional de Desarrollo.
Benjamin dijo que en América Latina el 70% en la reducción de la pobreza se ha debido a más y mejores empleos y no a transferencias privadas ni públicas, a remesas, por lo que consideró necesario crear y conservar más y mejores empleos, mediante el aseguramiento de un clima favorable a la inversión.
“Como grupo, el Banco Mundial tiene mucho interés en particular en las pequeñas y medianas empresas que son críticas para el desarrollo del sector privado como para el financiero”, acotó Benjamin.
Comentó que cuando un banco otorga un crédito tiene dos salidas o expectativas, que la empresa que lo reciba genere el flujo de caja que le permita repagarlo o tener que ejecutar una garantía por la cual, si tiene mucho riesgo, cobrará más por el préstamo, o no lo otorgará, subiendo el riesgo.
El representante del Banco Mundial agregó que por esa razón bajar el riesgo y aclarar las reglas del juego a fin de permitir no sólo una liquidación sino la reestructuración empresarial que permitirá conservar empleos, ayuda a facilitar más inversión, más acceso al crédito y más ocupación.
En el taller hizo una exposición a nombre del Banco Mundial el especialista financiero Andrés Martínez, mientras que la presentación de los puntos fundamentales del anteproyecto los expuso Omar Victoria, miembro del comité legal ABA y del comité de trabajo del proyecto, en tanto que las palabras de cierre las dijo el viceministro de Gestión de Competitividad Nacional, Juan Reyes.