Un amigo erudito en las artes musicales de Clausewitz y Sun Tzu define la creciente marea social contestataria como "izquierda melódica" (la vieja izquierda ha de ser sincopada), que opera en alianza con la sociedad civil y tiene como patrocinador a ¡Pepín Corripio! (yo agregaría a Juan Vicini, Wally Brewster, los curas del último Sermón de las Siete Palabras y a todo el que denuncia las aberraciones del sistema). La "izquierda melódica" tiene como oficiantes a los periodistas "jodones" (a mucha honra) que no vendemos palabras ni silencios. (En consecuencia, debe haber una “derecha armónica”, “sinfónica” o “percutiva”).