“Las terapias de reorientación de la sexualidad es un tema que queda por abordar desde la ética médica, los organismos reguladores y la comunidad científica de la salud mental en República Dominicana a la luz de los avances internacionales”
Santo Domingo.- Un grupo de profesionales de la salud mental se reunirá este viernes 15 de mayo, en el Centro Cultural de España, a las 4:00 PM, para tratar las terapias de conversión, mejor conocidas como terapias reparativas de la homosexualidad.
La terapia de reorientación sexual (también conocida como terapia reparativa o terapia de conversión) se refiere a una serie de métodos enfocados al cambio de la orientación sexual de personas homosexuales y bisexuales para convertirlos en heterosexuales o para eliminar o disminuir sus deseos y comportamientos homosexuales. Se han probado muchas técnicas, incluyendo la modificación del comportamiento, la terapia de aversión, el psicoanálisis, la oración y el consejo religioso.
Estas amalgamas de prácticas que han sido prohibidas en muchos países por los riesgos y efectos adversos que acarrean, y que además han sido condenados por los más importantes gremios profesionales de la salud mental, se ejercen en el país sin ningún tipo de regulación u opinión, ya sea a favor o en contra por parte del Ministerio de Salud. Lo que deja a la población expuesta a métodos de intervención sanitarios riesgosos y a una praxis médica cuestionada.
En el país este tipo “Terapias” no necesariamente son administradas por profesionales de la conducta. Es ante este vacío institucional que el encuentro convocado para tratar esta temática adquiera suma importancia.
Estudios afirman que dentro de los efectos nocivos producto de exponerse a terapias de conversión se encuentran: Daños emocionales (sensaciones de vergüenza, miedo, tensión, decepción, agotamiento y rechazo), daños psicológicos (distintas formas de depresión, tendencias suicidas, tensión traumática y episodios psicóticos), El daño espiritual (desaliento crónico, desarraigo de las comunidades religiosas a las que se pertenece, pérdida de la fe, desconfianza de los líderes espirituales, y crisis espiritual, que procede de la crisis de identidad provocado por el mensaje constante de que no es posible ser una persona con creencias religiosas y gay al mismo tiempo) y daños en las relaciones personales.