Desde Puerto Rico, donde una sequía peor que la nuestra provoca delirios, Rafael Valdez resalta el gran valor de lo esencial: “Se ve más próximo el momento de empezar a beber oro, bañarnos con oro, cocinar con oro, regar nuestras cosechas con oro, hidratar a nuestro ganado con oro, pues este tiene un valor incalculable (mucho mayor que el del agua). ¿Para qué salvar los ríos? Es mejor un lingote de oro en un banco para mantener una economía activa, fuerte, dinámica, y para sostener el medio ambiente. Para ello el agua no nos sirve de mucho. Ahora las presas se ven casi secas, pero no importa: ¡Tenemos oro!”