Bujumbura, 17 may (PL) Al menos 17 oficiales de Burundi declararon ante la Fiscalía General para responder por su presunta participación en la reciente intentona golpista contra el presidente Pierre Nkurunziza, confirmaron hoy fuentes oficiales.
El portavoz presidencial Gervais Abayeho ratificó que entre los deponentes figuraron tres generales del Ejército y dos de la Policía.
Ante un fiscal a los supuestos golpistas se les imputaron cargos de intentar desestabilizar las instituciones públicas del país.
Trascendió que los 17 posibles implicados en la asonada serán juzgados en una corte civil y los cargos que enfrentan conllevan una sentencia máxima de 15 años en prisión.
El abogado Anatole Miburo, quien defiende al general Cyrille Ndabaneze, número dos del movimiento sedicioso, reveló que los hombres todavía no han sido inculpados, pero están "acusados de intento de derrocar al Estado".
Informó que desde el pasado viernes los acusados permanecen en manos de los servicios de inteligencia.
El desconcierto se apoderó de Burundi cuando el promotor de la intentona golpista, el general Godefroid Nyombare, en una declaración radiada, anunció el pasado día 13 que las masas decidieron tomar en sus propias manos el destino de la nación.
Durante su alocución dio por hecho que Nkurunziza fue retirado de sus deberes. "El gobierno ha sido derrocado", recalcó.
Sin embargo, la Presidencia desmintió después la maquinación y en su cuenta oficial afirmó que "ha sido un intento fallido de golpe de Estado… la situación está controlada".
En medio de la confusión, Nyombare anunció 48 horas más tarde la rendición de los militares que lo acompañaron en el complot.
"Hemos decidido rendirnos. Espero que no nos maten", dijo el inspirador del alzamiento a un periodista de una agencia noticiosa francesa.
Pese al fallido intento de golpe, manifestantes confirmaron ayer que mantendrán sus protestas en oposición a un tercer periodo presidencial de Nkurunziza.
El pasado 25 de abril, el mandatario fue designado por el Consejo Nacional para la Defensa de la Democracia (CNDD-FDD, partido gobernante) para aspirar a una tercera legislatura.
Tal nombramiento provocó una ola de violentas protestas de adversarios políticos que insisten en que la Constitución limita a dos el número de mandatos.
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