Por: JHONATHAN PICHARDO
Una de las debilidades más comunes en nuestros círculos sociales, es no mantener un constante estado de tolerancia. Al mismo tiempo, resulta hacedero el hablar de democracia y demandar legitimidad a nuestras percepciones, mientras inducimos a los demás para quesean fieles seguidores de lo que pensamos o consideramos. Sin embargo, la vida resultaría aburrida si habláramos con cierto egocentrismo de que solo en nosotros la verdad existiera o estuviera. Entonces, se podría decir que la tolerancia y la equidad cuestan sacrificios ante tantas instigaciones ideológicas.
En ocasiones invadimos a los demás con los prejuicios políticos y morales que tenemos, sin pensar en qué consiste la naturaleza humana y su pluralidad de etnias, sexo, edad e ideas, entre otros. Cada ser es único y especial, por tal razón, no podemos vivir criticando y promoviendo lo negativo de cada persona que conocemos o no. Stephen R. Covey, nos da una reflexión: "El logro de la unidad con nosotros mismos, con nuestros seres queridos, con nuestros amigos y compañeros (…) es el fruto superior y más delicioso." Por consiguiente, debemos de pensar más en los lazos que nos unen y echar a un lado las diferencias que podamos tener, debido a que esta última, puede afectar las buenas intenciones sociales que apoderamos.
Lo antes mencionado, nos trae a colindancia la importancia de la inteligencia espiritual. Torralba la describe como un conjunto de bienes intangibles que derivan del adecuado ejercicio de la misma: "la riqueza interior y la creatividad, la conciencia crítica y auto-critica, la calidad en las relaciones, el sentido de los limites, la vida como proyecto, la capacidad de sacrificio y la vivencia plena del ahora. Sin embargo, la falta del conocimiento se evidencia —en algunos casos— por los vicios pequeño-burgueses como el fanatismo, el teoricismo, la emotividad, el revanchismo, el subjetivismo, el servilismo, el dogmatismo, el sectarismo y el personalismo, este último consiste en que la persona considera que solo él tiene la razón, solo él, y nadie más. Aunque de los vicios pequeño-burgueses se pueden sacar aspectos positivos, pues la extracción social de la mayoría de los líderes de la República Dominicana es pequeñoburguesa.
Para situar un paradigma, están algunos líderes históricos de los tradicionales partidos políticos en la República: 1- Peña Gómez, 2- Juan Bosch, 3- Joaquín Balaguer. Todos con diferencias ideológicas—se sentían con la verdad en sus manos—pues han de saber,ganas nunca les faltaron para querer imponer sus ideasen la sociedad, pero era incondicional e innegociable el respeto y la valoración que se tenían. Estos tres seres, al igual que otros en la actualidad han creado un precedente en las formas de realizar la política, y en especial, la de ser un líder.
Los que desean tener u otorgarle a su país autonomía, libertad y confianza deben de iniciar por ser condescendientes con su círculo social. Entiendo, que muchos quieran hacer respetar sus derechos, sus doctrinas y todo lo que consideran correcto. Por supuesto, se puede, siempre y cuando sea en el marco de la cortesía y no tratar de hacer el papel de juez porque se ha demostrado a través de los hechos históricos que en nuestros pensamientos no está la verdad absoluta.
Probablemente, no todos conozcamos de los métodos de orden parlamentario que nos ayudarían a tener una conversación o debate con armonía. De igual manera, mucho menos de los métodos científicos, como el materialismo histórico confeccionados por Karl Marx (Filósofo, sociólogo, historiador, economista, político del siglo XIX). No obstante, lo humano es algo universal que debe prevalecer ante todo en la cotidianidad. Ser justos y equitativos, recordando que vivimos en un Estado social y democrático de derechos, y sobre todo, representativo que legitima y legaliza la libertad de pensamiento, de expresión, el derecho a escuchar y ser escuchado. En efecto,sin lo antes expuesto no existiera un balance y protección en las leyes jurídicas para con la diversidad humana.
Por consiguiente, tratar a los demás como te han tratado no significa que con ello terminarás con las acciones de: venganza, egoísmo, irrespeto a la formas de pensar y de actuar. Al contrario, pasas de ser un oprimido a ser un opresor que forma parte de un círculo vicioso —el cuento de nunca acabar—.
En definitiva, quienes desean un camino nuevo en el mundo deben de empezar por ser esa vía. Incluso, si el mundo no cambia y llegara el momento de partir, podrán decir que a través de nuestras ideas y conductas somos un ente de ejemplo a seguir. Tu dirección creará ese precedente histórico en la sociedad, tenlo por seguro.Cambiamos, reformando o revolucionando la forma de convivir entre los demás, porque como dice un viejo dicho: "Donde termina tu derecho (o libertad) comienza el de los demás", Benito Juárez.