Diosdado Cabello es inocente hasta que un proceso judicial con todas las garantías de lugar establezca lo contrario.
Dar por ciertas las afirmaciones de Leamsy Salazar, espaldero de él y antes del fenecido presidente Hugo Chávez, por el solo hecho de ser opositor al régimen chavista, no es correcto. Nadie sabe las motivaciones que habría tenido ese militar venezolano para pedir protección a los Estados Unidos y desde allá lanzar rayos y centellas contra el jefe de la Asamblea Nacional bolivariana.
La trama denunciada da cuenta de la existencia de un cartel denominado de “los Soles”, integrado por jerarcas militares sin un centro de coordinación que serian los responsables del envío a Europa del 90% de las drogas colombianas que se distribuyen del otro lado del Atlántico, y que se despachan desde dos puertos en Venezuela: Puerto Cabello y Maracaibo.
Uno de los primeros medios en referirse al tema, el madrileño ABC relata: “Por los reforzados controles internacionales por vía marítima, la droga, particularmente la cocaína, no llega directamente a España, sino que hace un tránsito por África Occidental, en países como Mauritania, Senegal, Guinea Bissau, Sierra Leona o Costa de Marfil.
“Esto ha llevado a utilizar más el transporte aéreo para el envíos de drogas. Desde Valencia, capital del Estado venezolano de Carabobo, salió en 2012 un jet Bombardier con 1,2 toneladas de cocaína que llegó a las españolas islas Canarias, y la repercusión internacional de ese caso llevó a las autoridades venezolanas a apresar varios miembros de la Guardia Nacional, pero este no ha sido el único caso.
“En el 2013, autoridades españolas capturaron cerca del archipiélago africano de Cabo Verde una embarcación que había salido de la zona del Orinoco con dos toneladas de cocaína, y en septiembre de ese mismo año fueron encontradas 1,3 toneladas de cocaína en un avión de Air France que cubría la ruta Caracas-Paris. La reacción fue detener a varios mandos militares, entre ellos el jefe de Seguridad del Aeropuerto de Maiquetía, para dar impresión de lucha contra el narcotráfico, pero también para criticar el papel de la DEA en la operación”.
Recién, The Wall Street Journal, ha informado que la justicia estadounidense lleva años investigando a altos funcionarios venezolanos por sospecha de que han convertido al país en un centro de tráfico de cocaína y de blanqueo de dinero proveniente de la droga.
En vez de realizar algún amago de investigación lo que ha hecho el Tribunal Superior de Justicia, en control absoluto del chavismo es despacharse una nota de condena a cualquier afirmación que vincule a Diosdado Cabello con el narcotráfico.
Cabello vivirá sus días y todos los que queden al chavismo en el poder sin ser perturbado, pero difícilmente se atreva a tomar vuelo ni para una isla cercana con el temor que no pasar por las mismas del Pollo Carvajal. Que le vaya bien y que tenga salud para disfrutar de la inmensa riqueza que se le atribuye.
Lo lamentable es que la justicia sea tan drástica con periodistas que ni se han inventado la trama, ni le han añadido, sino que solo han reproducido la noticia de que en los principales periódicos del mundo se están desplegando informaciones que vinculan al hombre de mayor control político de la estructura chavista con el narcotráfico.
El Nacional de Caracas, Tal Cual y La Pastilla, por el imperdonable delito de informar, la están pasando horrible en Venezuela. ¡Mi Solidaridad!