El discurso pronunciado el lunes por el ex presidente Leonel Fernández fue jurídico no político, y dejó a expensa de las decisiones del sector encabezado por Danilo Medina a los sus seguidores, por lo que en vez de alegría la pieza oratoria produjo pánico a los leonelistas.
En su alocución Fernández habló más como abogado que como político, aportó argumentos para encarar un proceso legal, pero no trazó líneas políticas a seguir por sus partidarios en medio de la lucha interna que se libra hoy en el seno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
Fernández habló solo por él y para él. No por todos, ni por los que lo apoyan internamente ni por el sector externo. Se preocupó más por lo que podría ocurrir después del 2020, en que podría sea candidao de nuevo, cuando el presidente Medina concluiría su segundo mandato en caso de que pase la reforma constitucional que le permita su reelección y nunca más, pero olvidó el 2016 un escenario donde sus parciales, diputados, senadores, regidores y alcaldes hoy luchan por sobrevivir.
Fernandez planteó una serie de sugerencias para hacer rígida la Constitución de la República, que al decir de muchos, persigue evitar enfrentar la posibilidad de que Medina vuelta a internar una reelección bajo los mismos argumentos que enarbola hoy para buscarla.
Fue obvio que se apartó del proceso electoral de cara el próximo año, pero en su discurso no hubo un lineamiento político para encarar lo inmediato, la necesidad que tienen aquellos que lo siguen de no perder los espacios ganados.
Ahí radica el pánico de sus seguidores, muchos de los cuales al parecer han optado de refugiarse de manera urgente en el comité político, anunciando que se a cogen a la decisión de este, lo que es lo mismo que aceptar las directrices del sector del presidente Medina.
Pero no solo aquellos que hoy ocupan posiciones públicas, sino que aquellos que aspiran a alcanzarlas, y que optaron por cobijarse en torno al sector de Fernández en el seno del PLD, siente la sensación de no contar con el soporte que esperaban para esperado momento de las negociaciones que habrá de conducir a la selección de las candidaturas para el 2016.
La explicación de este error pudo haber radicado no solo en que el ex presidente Fernández sea un abogado de formación y ejerció, sino que pusiera más empeño en consultar a juristas, probablemente ligados a la militancia anti danilistas externa al PLD, que a los políticos que en su entorno los hay con suficiente experiencia como para no dejar este vacío.
Tratándose de una lucha política, el sector Medina que luce coherente y acoplado en los pasos políticos que da, estará muy atento a las posiciones asuman en el Congreso Nacional los legisladores peledeístas y esos lo saben esos legisladores.
Y saben que pase o no la reforma constitucional, viene un escenario ineludible como son las primerias internas del PLD, donde aquellos que se hayan expresado en contra de la reelección en la Asamblea Revisora pudieran ser excluidos de la boleta morada para los próximos comicios.
En este contexto, hay quienes opinan que Fernández habría quedado atrapado en una estilo de participación política del doctor Marino Vinicio Castillo, basado en la retórica jurídica y el objeto ganar influencia en las instancia de poder y cuya mira son los tribunales, no así el escenario de la política para ascender a puestos públicos a través de los votos.
Lo expuesto ante podría explicar en parte, el realineamiento de sectores que apoyaban a Fernández con la decisión del comité político, que es donde podrían encontrar decisiones justas que le permitan lidiar en el complicado momento político en que viven.