Puerto España, 28 may (PL) Jack Warner, unos de los exdirigente de la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) buscados por corrupción, aguarda hoy en una prisión de Trinidad y Tobago porque un juez certifique una fianza de 395 mil dólares.
Las autoridades del país lo arrestaron ayer y lo presentaron ante una corte de esta capital luego que Estados Unidos solicitó formalmente su repatriación.
El juzgado le impuso la fianza, pero también dictaminó que Warner entregue su pasaporte y se presente todos los lunes y viernes en una estación de policía hasta el próximo 9 de julio, cuando comenzará el juicio de extradición.
Según las leyes de Trinidad y Tobago, ahora la justicia estadounidense tiene 60 días para entregar la evidencia que sustente las imputaciones de corrupción, soborno y lavado de dinero contra el expresidente de la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de fútbol.
El fiscal general, Garvin Nicholas, informó que el proceso de extradición ya está en curso, pero su extensión está sujeta a varios factores y, si el acusado apela, entonces podría demorarse varios meses.
Además de Warner, otros 13 dirigentes de la FIFA están involucrados en el escándalo de corrupción.
Siete de ellos fueron arrestados ayer en Zurich, Suiza, a petición de Estados Unidos.
El caribeño negó todas las acusaciones en su contra y manifestó preocupación porque el escándalo explotó dos días antes de las elecciones en la FIFA.
Warner renunció a todas sus funciones dentro de esa organización mundial en junio de 2011, precisamente por la implicación en casos de corrupción.
Desde entonces radica en Trinidad y Tobago, es diputado del parlamento y líder del recién creado Partido Liberal Independiente.
Hasta el momento, solo la primera ministra del país, Kamla Persad-Bissessar, lamentó el hecho y ninguno de los legisladores se pronunció al respecto.
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