Honorables Presidente y Miembros de la Asamblea Nacional
La Fuerza Nacional Progresista (FNP), partido que represento en esta solemne Asamblea, quiere dejar constancia histórica de su posición acerca de la reforma del Artículo 124 de la Constitución de la República, por cuyo motivo estamos hoy todos aquí reunidos.
Para tener clara la dimensión institucional del tema que nos ocupa en el día de hoy, es importante señalar que sólo en cuatro oportunidades en toda la historia de la República Dominicana se han producido modificaciones constitucionales para favorecer la reelección del Presidente de la República de turno.
De esas cuatro tristes y desdichadas oportunidades, tres se produjeron en el Siglo XIX bajo los mandatos de los Presidentes de la República Pedro Santana, Buenaventura Báez y Ulises Hereaux (Lilís).
En el Siglo XX no se produjeron modificaciones constitucionales para favorecer o beneficiar a ningún mandatario de turno y en el Siglo XXI, hace trece años, en el año 2002, se produjo una reforma constitucional para permitir la reelección del entonces Presidente de la República Hipólito Mejía Domínguez.
Es importante en este recuento histórico recordar las características similares de la reforma planteada en la actualidad, con la ocurrida en el año 2002 del Presidente Hipólito Mejía, quien, al igual que el actual Presidente Danilo Medina, gozaba de una amplia popularidad y su partido, en esa ocasión el PRD, había obtenido una resonante victoria electoral en las elecciones de medio término de ese mismo año.
Una década después, fue el mismo Expresidente Hipólito Mejía el que públicamente le expresó a la nación que esa reforma constitucional del 2002 había sido uno de los errores más grandes cometidos por él en el ejercicio de la presidencia.
Cabe hoy aquí la frase célebre de ese gigante de la oratoria romana Marco Tulio Cicerón: “Los pueblos que olvidan su historia están condenados a repetirla”.
En la actualidad, el Presidente de turno, a quien beneficiaría la aprobación de esta reforma constitucional es Danilo Medina Sánchez, persona de quien hemos sido por décadas amigos y aliados políticos y que, por desgracia, esta coyuntura ha marcado la separación de nuestro partido FNP de su gobierno y del Partido de la Liberación Dominicana.
Ha sido uno de los ejes centrales de la posición de nuestro partido la obligatoriedad de cumplir con el mandato del artículo 272 de la Constitución de la República, como única manera de legitimar constitucional, política y moralmente la reforma constitucional que hoy ocupa nuestra atención.
Al margen de los aspectos constitucionales, es la prédica que por décadas el hoy Presidente de la República, Danilo Medina, mantuviera de forma incesante, la que más fuerza de convicción a quien habla en lo personal me ha dado para oponerme en el día de hoy a la aprobación de la reforma constitucional para reinstaurar la reelección presidencial.
En ese sentido, quiero citar hoy ante esta augusta Asamblea al beneficiario de esta reforma, en uno de sus recorridos por el país en el año 2007; es en él y en sus argumentos demoledores que están las razones para que cualquier dominicano tenga motivos sobrados para oponerse a la presente reforma. Cito textualmente:
“No ha sido fácil ganar una reelección presidencial. Nunca ha sido fácil. El presidente que mayor veces se reeligió nunca pudo convencer al país de que ganó limpiamente unas elecciones. Y yo tengo el temor de que si transitamos el camino de la reelección presidencial el PLD tenga que pagar un costo muy alto. Porque, como dijo el señor Ramón Font Bernard, un gobiernista de toda la vida, un hombre que se las arregló para estar en el Palacio Nacional desde Trujillo hasta Leonel, pasando por Balaguer, por Hipólito, por Antonio Guzman, por Jorge Blanco, este señor dijo antes de morir, porque hace ya creo que dos meses que murió, dijo antes de morir que cuando un presidente decidiera buscar la reelección tenía que estar en capacidad de tragarse un tiburón en descomposición sin eruptar. Con estas palabras el señor Font Bernard quería decir que cuando un presidente busca la reelección presidencial tiene que tirar en el zafacón todos los escrúpulos si quiere ganar la reelección. Porque la reelección se impone a sangre y fuego, no en el concepto literal de la frase que he dicho, a sangre y fuego quiere decir hacer uso y abuso de los fondos públicos. Y si el Partido de la Liberación Dominicana cometiera el error de ganar unas elecciones por esa vía, su imagen va a quedar mancillada. ¿Por qué va a quedar mancillada la imagen del PLD? Porque tenemos más de 30 años predicando todo lo contrario. Y si por beneficios coyunturales del momento hacemos todo lo contrario a lo que hemos estado diciendo históricamente, la imagen que tenemos hoy en el electorado nacional se va al zafacón también”.
En tal virtud y por las razones expuestas, anunciamos el rechazo de la Fuerza Nacional Progresista (FNP) a la presente reforma constitucional.