Damasco, 7 jun (PL) La mujer siria siempre está dispuesta a defender su patria, su dignidad y su honor y, por eso, combate en la trinchera antiterrorista junto a los hombres, afirmó aquí la teniente coronel Siham Khadour.
Por Miguel Fernández Martínez
Para esta oficial del ejército que desborda belleza y patriotismo, "lo más importante en este momento es trabajar en función de la defensa del país, sea hombre o mujer, ante la agresión que se enfrenta".
Prensa Latina conversó con la Teniente Coronel, en su oficina del Estado Mayor del ejército, acerca del papel que juegan las féminas en estos momentos cruciales, en los cuales el país se debate en una guerra impuesta que ya dura más de cuatro años.
"Siria es un país que por siglos ha sido blanco de muchas agresiones y está en la primera línea de confrontación por su posición geográfica y por sus posturas nacionales, panárabes y por defender las causas justas de la región" comentó la oficial.
"Siempre hemos estado al lado de los hombres en las guerras -agregó-, desde la ocupación otomana, pasando por la etapa del colonialismo francés, el enfrentamiento al sionismo y actualmente en la guerra terrorista que nos han impuesto".
El uniforme de camuflaje con sus grandes estrellas doradas en la charretera, contrasta con la belleza física de esta mujer, altiva y segura.
"No hay diferencias -dice-, pues la mujer militar nunca pierde su feminidad, porque cuando se motiva a vestir el traje de campaña, además de seguir siendo bella y sensible, demuestra que es valiente".
Le reafirmo que no es un cumplido, y mientras sonríe, afirma: "vestir el uniforme del ejército nos da un mayor sentido de la responsabilidad, y nos da más confianza en nosotras mismas".
"La mujer es la que más se afecta en la guerra -comenta- porque somos muy sensibles, y sentimos mucho dolor cuando perdemos a un ser querido, pero no impide que nos movilicemos cuando de defender la tierra se trata".
"Aunque no sean militares, las mujeres sirias son valientes -insiste-, pues puede ser la madre de un mártir, o de varios combatientes que están en el frente de batalla, o la hermana o la esposa del soldado, y los apoyan moralmente.
De cualquier manera, somos muy importantes en la sociedad".
Explica que aunque algunas no puedan portar armas para combatir, prestan apoyo logístico a las tropas, ofreciéndole comidas, tratamientos médicos, asegurando el combate desde la retaguardia.
La larga historia de resistencia en la lucha convirtió a las mujeres en fuertes y resistentes. "Desde la reina Zenobia, en Palmira, hasta hoy día -afirma-, hay muchos ejemplos de mujeres que defendieron la patria al lado de los hombres".
En toda nuestra historia de luchas -añade- las mujeres nunca hemos aceptado estar en la segunda fila en ninguna actividad, sea como combatiente o produciendo.
Cuenta que en estos años de agresión terrorista contra Siria las mujeres insistieron estar al lado de los hombres en la primera fila de combate y en la Academia Militar femenina ingresaron muchas chicas.
"Hoy tenemos mujeres francotiradoras, tanquistas, operadoras de ametralladoras, artilleras, y gracias a la formación que reciben, muchas de ellas han ascendido a altos grados en las fuerzas armadas, incluso algunas ostentan el grado de general", expresa.
Cuenta que el pueblo sirio se siente orgulloso cuando ve a sus mujeres en el rol de soldados combatientes. "La sociedad nos mira con aprecio, respeto y orgullo" asegura.
"Cuando la mujer siria invita a sus hijos a combatir, ellos no le dicen que no, y cuando le avisan que alguno cayó en combate, en vez de ponerse triste, se enorgullece porque entregó la vida por la patria, y entonces anima a los otros a seguir luchando".
"Somos un pueblo que ha sufrido mucho a lo largo de la historia debido a los ataques y agresiones externas -me dice enfática-, pero nunca fuimos derrotados y tampoco lo seremos esta vez, y las mujeres, estaremos ahí, festejando la victoria".