Todas las encuestas que se realizan en el país confirman que la mayoría de la población dominicana apoya que el presidente Danilo Medina pueda ser candidato presidencial y se reeliga por un nuevo mandato presidencial. Más del 80% de la población valora de manera positiva la gestion presidencial de Danilo y entiende que merece ser elegido. Lo mejor que puede pasar es la reelección de Danilo. El había afirmado en varias ocasiones que no aspiraba a gobernar más de un período y esa era su intención y su convicción, hasta que la realidad política dió un giro inesperado.
Era evidente que ninguno de los precandidatos presidenciales del PLD crecía en las encuestas y el más fuerte de ellos, el ex-presidente Leonel Fernández, aunque tenía un nivel de apoyo cercano a un 40%, lo cierto es que su tasa de rechazo no bajaba de un 50%. Y un candidato con ese nivel de rechazo es muy difícil que pueda ganar.
Unido a esa realidad interna del PLD, se produjo entonces un acontecimiento que transformó totalmente el panorama político: Luis Abinader logró ganarle abrumadoramente a Hipólito Mejía la candidatura presidencial del PRM, y en vez de armarse un lío en esa convención, Hipólito sorprendió al país apoyando de manera irrestricta a Abinader. De esa manera, se vislumbraba la posibilidad de que un acuerdo de las fuerzas de oposición encabezado por Abinader, derrotará en primera o segunda vuelta a cualquiera de los candidatos del PLD. Menos a Danilo. El presidente Medina, que hasta último momento decía que no aspiraba a reelegirse, era la única opción del PLD que garantizar que ese organización retuviera el poder. Y era él único de los posibles candidatos del PLD, que podría vencer de manera fácil a Luis Abinader o a cualquier candidato de oposición, en la primera vuelta.
Ante ese panorama, Danilo empezó a ceder. Pero como la constitución ameritaba ser modificada para permitirle nuevamente reelegirse, puso como condición primero que su partido aprobara esa modificación y, segundo, que el proceso se hiciera respetando todo los procedimientos que establece la constitución. Y asimismo se hizo. Para lograr el apoyo del PLD, firmó un pacto político con Leonel y ese partido se unificó para impulsar la modificación a la constitución y evitar la división ante ese tema que siempre crea discordias. Y para evitar que la aprobación en el congreso se hiciera de la forma vulgar e indecorosa como la hizo Hipólito Mejía en el 2002, que incluso influyó en la quiebra de un banco, el propio presidente Medina gestionó y encabezó un acuerdo político con el PRD y el PRSC, el cual garantizó que la modificación a la constitución se diera sin escándalos de corrupción, sin denuncias de compra de congresistas y sin manchar la conducta y la imagen política de Danilo ni el PLD. Y con ese gran acuerdo político podría darse un hecho que nunca se había dado en la politica dominicana: Que un candidato, en este caso Danilo, encabece las boletas electorales del PLD, del PRD y del PRSC en las próximas elecciones. Y que esa alianza arrase a nivel congresional y municipal.
Ya la reelección de Danilo Medina es un hecho consumado. El congreso aprobará sin ninguna dificultad la modificación a la constitución. El PLD eligirá a Danilo como su candidato presidencial por aclamación y el próximo 15 de mayo del 2016, Danilo ganará las elecciones presidenciales con alrededor de un 70% de la votación. Y si este gobierno de Danilo ha sido bueno, el próximo será mucho mejor.