Hace rato que no pasaba por aquí, así que hoy trataré de transmitir un buen mensaje, porque después de tanto pensar y pensar y pensar que puedo hacer para lograr un cambio en mi sociedad que tanto me duele he decidido hablarles del valor humano por excelencia.
Antes de entrar en materia, he notado que en esta jungla de concreto se nos hace difícil ser empáticos, pero ¿qué es la empatía? La empatía es la capacidad que tienen los seres humanos de ‘‘ponerse en los zapatos del otro’’, y para poder percibir la realidad en la que se encuentran los demás es necesario desarrollar ciertas capacidades como la de ser consciente de que los demás pueden sentir y prestar atención a lo que les dicen y lo que sucede en su entorno, aunque hay que destacar que más allá de ‘‘desarrollarlas’’ muchas de estas cualidades surgen de manera inconsciente.
A veces pienso que mucho de lo que nos afecta como nación, en el aspecto social, podría ser mejorado si nos enfocamos en trabajar en nuestra empatía… llevando así a un país más solidario.
¡Ahí está! Ese es el considerado ‘‘valor humano por excelencia’’. La solidaridad es aquella cualidad del ser humano que nos lleva a la colaboración mutua con los demás. ‘‘La solidaridad nace del ser humano y se dirige esencialmente al ser humano’’, encontré esta frase en un sitio web y me llamó mucho la atención porque en ella se entiende que la solidaridad es parte misma de la naturaleza humana, aunque algunas veces no la pongamos en práctica. Sonará utópico, pero póngase usted a pensar, que linda sería una sociedad bañada de solidaridad, y no solo nuestro país, sino un mundo lleno de ella.
La solidaridad muchas veces se practica en países que se encuentran en conflictos bélicos o pasando por el proceso de tragedias naturales… Entonces dirán: Si no somos un país en guerra, y nos encontramos pasando por una catástrofe ¿cómo podemos aplicarla? Dejando de hacernos los de la vista gorda, participando, dejándonos tocar por las situaciones de los demás, saliendo de nuestra burbuja, diría que hasta haciendo uso de esa democracia que tanto tenemos, ayudando al vecino, dejando de ignorar cuando vemos actos de violencia o de irrespeto… pero sobretodo, empezando a dejar que nos importe nuestro entorno y nuestra situación como un todo, no como un solo.
Si se tomó 5 minutos para leer esto, tome 5 más y reflexione… ¿Y yo qué puedo hacer para ser un poco más solidario?
Por mi parte, espero haber aportado un granito de arena a mi isla… ¡Hasta la próxima!