Aunque la constitución de la República ha sido modificada para permitir que el presidente Danilo Medina se reelija, esto no elimina que si el gobernante optara por postularse de nuevo al cargo que ocupa, otros dirigentes peledeístas no puedan competir con él por la candidatura presidencial del Partido de la Liberación Dominicana (PLD).
En ese tenor, no es descartable del todo que el propio ex presidente Leonel Fernández o la vicepresidenta Margarita Cedeño de Fernández, se lancen al ruedo y compitan con el Medina si éste, como al parecer ocurrirá, decidiera repostularse, estimulado por el éxito de su gestión de gobierno y éxitos políticos.
Es uno de los tema en discusión en la corriente de Fernández, o al menos de algunos núcleos, que consideran que es más riesgoso para sus fines desaparecer del escenario electoral interno, a sufrir una predecible derrota en las internas peledeístas
En ese tenor, hay quienes entienden que si no es Leonel Fernández, los músculos de sus fuerzas pudieran emerger teniendo a Margarita Cedeño de Fernández, actual vicepresidenta, como aspirante a la candidatura presidencial del PLD para las elecciones del 2016.
Ceder todo el escenario interno, sostienen, más en un proceso de negociación multipardaria como viene impulsando Medina, podría conducir a situaciones peores a la vivida por el sector de Fernández, quien confió en exceso en que el marco constitucional le aseguraba una candidatura presidencial, pues el presidente en ejercicio no podía repostularse. Ese cálculo legal ha sido admitido por el ex gobernante quien ha escritor que entendía que la constitución de la República del 2010 no podía ser modificada en los términos en que se hizo la semana pasada.
Sin embargo, una serie de factores condujeron al sector de Medina a agenciarse la modificación de la Constitución, para lo no solo logró el control del Comité Político, que luego en sesión del 19 de abril decidió impulsarla. Favoreció a Medina el hecho de que Fernández también perdió el debate jurídico del tema.
La apariencia de que las sucesivas victorias políticas de Medina han arrinconado al sector Fernández, a tal punto que lo ha situado en una situación de inamovilidad en el escenario político nacional, obliga a una repuesta política, y el escenario ideal debe ser las internas del PLD.
Quienes entiende que si no es Leonel Fernández el abanderado, debe ser su esposa Margarita Cedeño, -con un buen perfil político electoral-, para que se evite así el aniquilamiento de las fuerzas leonelistas.
Hacerlo, señalan, permitiría romper la inmovilidad y medir la fuerza electoral que representa ese sector, con amplia simpatía dentro y fuera del PLD, lo que contribuiría además a establecer con el apoyo que cuenta en las estructuras del partido gobernante.
Algunos recuerdan, que para las elecciones del 2008, el hoy presidente Medina, en vez de replegarse y dejar la cancha a Fernández, que buscaba la reelección lograda en ese año, decidió por desafiarlo y compitió con el entonces gobernante. De ese proceso, logró establecer con las fuerzas que contaba internamente y le había valido para perfilar su proyecto presidencial que en el 2012 lo llevaría al Palacio Nacional.
Uno de sus logros fue haberse agenciado de una buena representación de senadores y diputados leales, alcaldías y concejales, lo que no hubiese posible si hubiese optado presenciar aquel proceso desde un balcón.
El liderazgo de Leonel Fernández dentro y fuera del PLD vive sus peores reveses, y requiere de un contragolpe dentro del esquema institucional de ese partido, compitiendo por los espacios que apuntan a las elecciones del 2016, es el planteamiento esencial.
Revitalizar su fuerza, sostienen, no dependerá de las negociaciones, sino de la movilización de lo que ella representa, que no solo implicaría aupar el abanderado a la candidatura presidencial, sino impulsar a aquellos candidatos de esa corriente que aspiran a la candidatura de otros cargos electivos.