Por Ramón Ceballo
El pacto de la impunidad anunciado por Miguel Vargas Maldonado con el presidente Danilo Medina, es un esfuerzo que dirigido a presentar una preocupación por los problemas que enfrenta la Nación, sin embargo ese acuerdo está dirigido a fortalecer el modelo económico que han implementado los gobiernos del Partido de la Liberación Dominicana.
Durante más de 10 años el presidente del PRD no ha asumido su papel opositor, y ha mantenido complicidad en la aplicación de las políticas de los gobiernos del PLD. Ha guardado silencio frente a las políticas implementadas por los gobiernos que han encabezado Leonel Fernández y Danilo Medina. Miguel Vargas y el PRD, han sido ciego frente al endeudamiento externo el cual pasó de de 7,900 a más de 37 mil millones de dólares. Tampoco le ha preocupado al presidente del PRD, Miguel Vargas, el déficit fiscal que ha superado los 450 mil millones de pesos.
El pacto de la impunidad pretende sepultar, con el silencio, la deficiencia del modelo educativo, el fracaso del sistema energético, justificar el clientelismo, la corrupción, y la falta de transparencia que ha predominado durante las gestiones de los monarcas peledeístas.
Siempre se ha dicho que el presidente del PRD Miguel Vargas ha mantenido ventajosos negocios con los funcionarios peledeístas, y por eso no le preocupa que en los últimos 10 años de gestión gubernamental, el Estado haya sido manejado como si fuera una finca propiedad de los miembros del Comité Político del PLD.
El Pacto de la impunidad es una continuación del Pacto de las Corbatas Azules, que facilitó con la colaboración de Miguel Vargas, que el PLD acumulara poder político sumándose adherentes en base al reparto de cargos en las Instituciones y organismos del Estado.
El acuerdo entre las monarquías partidarias del PLD y PRD, garantiza impunidad en la República Dominicana y continuar la malversación de fondos públicos. Con este pacto de la impunidad, Miguel Vargas, ratifica el interés una vez más de ser parte del reparto de los recursos públicos que ha sido una norma de los gobiernos del PLD, encabezados por Leonel y Danilo.
Miguel Vargas, ahora justificara el abundante personal designado en los ministerios, el excesivo número de generales militares y policiales, la nómina del personal designado en cargos diplomáticos y consulares, además, el Pacto de la Impunidad, entre Miguel y el gobierno del PLD, legaliza los altos salarios públicos, los barrilitos, cofrecitos, nominillas, y las pensiones privilegiadas.
El Pato de la impunidad de Miguel Vargas y el PLD, garantiza el silencio de su partido, frente a una administración pública burocrática, caracterizada por el derroche presupuestario y el débil compromiso con la institucionalidad garantizando que la Nación continúe navegando por la falsa democracia implementada por los dirigentes peledeístas.
El proyecto de Nación del que habla Miguel Vargas y el PLD en su pacto, busca que las monarquías políticas continúen actuando sin propósitos, con improvisación, implementando procedimientos corruptos para cobrar comisiones, y seguir disfrutando de las prebendas.
Este Pacto de la Impunidad, pretende silenciar los reclamos de los sectores productivos que se quejan de una política económica que sacrifica la productividad nacional, y dificulta la competitividad.
Una vez más Miguel Vargas, traiciona la población, manteniendo silencio y complicidad con un modelo de desarrollo nacional, que no genera empleos de calidad, que eleva el gasto corriente, enormes dispendios, escasa transparencia, corrupción generalizada y una inversión pública que depende del financiamiento.
El Pacto de la Impunidad, bautizado como Proyecto de Nación por Miguel Vargas y el PLD, justifica el subsidio gubernamental a la electricidad, que hace 8 años promediaba 25 millones de dólares anuales, y debido a la incapacidad de las autoridades del PLD, se ha multiplicado 40 veces, a pesar que los precios del petróleo han disminuido en más de un cien por ciento.
El apoyar de Miguel Vargas y sus socios al PLD, legaliza la escasa inversión en mejorar la capacidad de vida de la Policía Nacional y los militares, los cuales son fundamentales para combatir la creciente criminalidad, la inseguridad y el narcotráfico que se han fortalecido durante los gobiernos peledeístas.