SANTIAGO.- Al concluir a media noche de ayer el plazo otorgado por el gobierno, para que los extranjeros residentes en el país de manera ilegal regularicen su situación, esta mañana era notoria de la disminución de haitianos en los lugares públicos que habitualmente visitan, así como en las vías públicas de esta ciudad.
Sitios como el mercado que cada jueves controlan en el barrio Pueblo Nuevo y áreas vecinas los nacionales del vecino país, así como el hospedaje Yaque, hoy evidenciaban una marcada ausencia de ellos.
Reporteros de este periódico preguntaron a varios de los que hoy se presentaron a esos lugares sobre el motivo de que sus compatriotas no hicieron acto de presencia, coincidiendo al señalar que decidieron quedarse donde viven por el temor de que hoy comenzará la repatriación de los ilegales.
Los negocios de compra y venta de productos personales y para el hogar que cada jueves se realizan en algunas calles y casas de Pueblo Nuevo fueron iniciados por haitianos hace varios años, pero hoy por primera vez la presencia de haitianos negociadores es inferior a la de los dominicanos.
También han desaparecido de las calles y avenidas de aquí esos extranjeros ilegales, la mayoría de los cuales residen hacinados en las denominadas “pensiones” o en casas en construcción.
Al terminar el plazo de recepción de documentos en la Gobernación de esta provincia, hoy no volvió a aglomerarse la multitud de haitianos que desde principios de este mes y hasta anoche se congregaba en los alrededores de esa edificación, con el objetivo de que entregar los documentos requeridos.
Este jueves apenas una decena de ellos se presentó al lugar, con el objetivo de entregar las documentaciones que no depositaron al momento de inscribirse para su regularización.
Sin embargo, no pudieron ser atendidos en vista de que el personal de la Gobernación destinado para ello fue autorizado a tomarse un descanso y regresar a sus labores el lunes próximo.
Amaury Durán, supervisor de uno de los turnos de trabajo de esos empleados, dijo que tuvieron que laborar hasta la media noche de ayer, desarrollando una jornada que agotó bastante al personal.