Puerto España, 20 jun (PL) Más países y organizaciones del Caribe muestran hoy inquietud por la decisión de República Dominicana de deportar a miles de haitianos con sus descendientes y le piden revocar la medida por considerarla una forma de apartheid.
El ministro de Relaciones Exteriores de Trinidad y Tobago, Winston Dookeran, dijo que a su gobierno le preocupa profundamente esa movimiento pues está en juego el respeto de los derechos humanos.
Según el canciller, contactó con el embajador trinitense en Santo Domingo para analizar la situación y promover una solución diplomática.
Dookeran añadió que su país llevará el tema a la Conferencia anual de los Jefes de Estado y Gobierno de la Comunidad del Caribe (Caricom), a celebrarse en Barbados el 2 y 3 de julio próximo.
En similares términos se pronunció el primer ministro de San Vicente y las Granadinas, Ralph Gonsalves, y urgió revocar las expulsiones porque afectará a miles de personas nacidas en suelo dominicano, pero con ascendencia haitiana.
Mientras, el presidente del Comité de Apoyo a la Emancipación en Trinidad y Tobago, Kafra Kambon, se sumó al llamado de una organización solidaria con Haití de boicotear los productos de República Dominicana en protesta por las repatriaciones masivas, las cuales calificó de una limpieza étnica.
"Es más que una deportación. Habrá un aumento de la brutalidad y las detenciones. Es una ley draconiana", comentó, tras puntualizar que la medida exacerbará la pobreza en la nación francófona.
Otro activista trinitense, Avonelle Hector-Joseph, exigió una postura contundente de Caricom sobre ese tema y llamó a lanzar campañas de concientización en todo el Caribe al respecto.
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