Conferencia internacional del Instituto Schiller en París, Francia, 13 y 14 de junio
20 de junio de 2015 (Schiller Institute) – Eminentes representantes de 3 de los países que conforman el BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) tuvieron una destacada participación en una excepcional conferencia internacional del Instituto Schiller que se llevó a cabo en París, Francia, los días 13 y 14 de junio, bajo el tema de “La reconstrucción del mundo en la era del BRICS”.
El propósito de la conferencia que congregó a unas 500 personas fue el de llevar a Francia y a Europea los vientos de progreso que soplan sobre los países del BRICS y sus aliados, para elevarlos contra un orden internacional que no tiene nada que ofrecer sino el regreso de los imperios, guerras de todos contra todos, y el saqueo sistemático de los pueblos y de la riqueza pública.
En la conferencia también se despedazó rigurosamente al maltusianismo que anda desatado con el pretexto de la estafa del cambio climático en el contexto de la conferencia de la ONU sobre cambio climático (COP 21), la cual se prepara para llevarse a cabo a fin de año en Francia. Ese maltusianismo es el enemigo mortal del desarrollo del BRICS y del resto del planeta.
Guerra, o paz a través del desarrollo económico
La fundadora y presidente del Instituto Schiller, Helga Zepp-LaRouche, dio el discurso magistral, en el cual esbozó los peligros que tenemos enfrente: una crisis financiera que se podría convertir rápidamente en una implosión del sistema, en cuanto que se vence el plazo de la deuda griega a fines de junio; y la creciente amenaza de guerra, hasta de guerra nuclear, contra Rusia y contra China. La fuente de ese impulse bélico en el campo angloamericano es la ideología neoconservadora del Proyecto para un Nuevo Siglo Americano (PNAC, por sus siglas en inglés), la cual proclama que no se debe permitir que exista ninguna otra potencia que amenace el poderío global de la relación angloamericana del imperio británico.
En ese contexto, su esposo, el estadista y economista estadounidense Lyndon LaRouche, se dirigió a la conferencia a través de un video, en el cual transmitió un mensaje de apoyo a la protesta de las tres personalidades alemanas, entre ellos dos ex cancilleres, Helmut Schmidt y Gerhard Schröder, y el actual ministro de Relaciones Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, en contra de la decisión de la canciller Merkel de no invitar al Presidente de Rusia Vladimir Putin a la última reunión del G-7.
No obstante, la señora LaRouche se mostró optimista al presentar la perspectiva del BRICS, la Nueva Ruta de la Seda del Presidente de China, Xi Jinping, y la Unión Económica Euroasiática, como las alternativas a esos peligros. Asimismo, puso de relieve la contribución que ha hecho el Instituto Schiller durante los últimos 25 años para construir esa alternativa, empezando con la propuesta que hizo al caer el Muro de Berlín, para crear un orden de paz internacional a través del desarrollo mutuo para el siglo 21, con base en la creación de corredores de infraestructura por toda Eurasia.
Rusia, China e India
Representantes de Rusia, China e India le dieron a la conferencia una idea sensible del mundo “policéntrico”, el embrión de un nuevo orden económico internacional más justo que ofrece el BRICS, y el cual está naciendo a velocidad vertiginosa. El embajador de Irán en Francia, Su Excelencia Ali Ahani, envió un mensaje a la conferencia en el cual manifestó que la República Islámica de Irán está “dispuesta y lista para cooperar con los países del BRICS a fin de ofrecer su ayuda y apoyo para resolver los problemas regionales y mundiales”.
Desde abril Rusia preside el grupo del BRICS, y el señor Leonid Kadyshev, ministro consejero de la embajada rusa en París, enumeró las prioridades que la presidencia rusa anunciará en la próxima cumbre del BRICS, en Ufa, Rusia, los días 9 y 10 de julio.
Antes de que se reúna la cumbre, se dará inicio al Nuevo Banco de Desarrollo y al Acuerdo de Reserva Monetaria (ARM), que se adoptaron en la cumbre de Fortaleza, Brasil, en 2014, informó el señor, Kadyshev, ya que el proceso de ratificación se ha cumplido bien. Luego se decidirá sobre el mapa de ruta que defina las inversiones precisas en proyectos de infraestructura, así como un nuevo eje de cooperación en áreas tales como “minería, energía y comunicaciones”.
El profesor Shi Ze, del Instituto de Estudios Internacionales de China, repasó las diferentes metas de la Nueva Ruta de la Seda de China: reducir los desequilibrios económicos internos entre sus regiones oriental y occidental, y mejorar el comercio exterior con sus vecinos al oeste (Asia Central, India y Rusia) que puedan contribuir a las enormes necesidades que tiene China de energía para el desarrollo. Pero la estrategia de “Una franja, una ruta”, señaló el profesor Shi, es también la contribución de China al mundo en la tradición confuciana, ya que “el desarrollo del continente euroasiático” creará “una nueva locomotora para el crecimiento en el mundo” y “fortalecerá la paz y la seguridad en todo el mundo”.
Le siguió una importante contribución de parte del ex embajador de India, señor Viswanathan, actual investigador en la Observer Research Foundation y coordinador de todas las actividades relativas al BRICS. A la luz del hecho de que los países del BRICS representan el 25% del PNB mundial, pero solo tienen el 11% de los derechos de voto en el FMI, el señor Viswanathan denunció “el carácter completamente anacrónico del FMI, del Banco Mundial y del Consejo de Seguridad de la ONU”.
De este modo, aunque el BRICS se inició como un grupo que aspiraba un mejor orden mundial, han decidido ahora ser un grupo que determina la agenda del orden actual. Esto se confirma con la creación del NBD y del ARM, que como señaló el señor Viswanathan , son las primeras instituciones globales que se crean en 200 años sin la participación de las potencias de Occidente.
Para el BRICS El futuro “se ve brillante”, dijo, pero también advirtió que el grupo es “un trabajo en proceso de avance y no un producto terminado”.
Los dos días de discusiones intensas en los que participaron cientos de franceses y delegaciones de Alemania, Dinamarca, Suecia, España, Italia, Australia, Polonia, Rumania, Rusia, China, Perú y otros más. El publicó llegó a entender que no asistían a una “conferencia como de costumbre”, sino que participaban en una pelea internacional que se está dando ahora para garantizar la supervivencia de la especie humana, y decidieron ser actores activos en la formación de su destino.
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