"Sé que mi presencia en el grupo es importante, así como de cada uno de los demás jugadores, que más que nunca deben estar totalmente concentrados en los partidos que vienen", comentó.
Santiago de Chile, 22 jun (PL) El astro de la selección de fútbol de Brasil Neymar se despidió hoy de sus compañeros y de la Copa América, después que la federación de su país desistiera de apelar una severa sanción impuesta contra el delantero.
A pesar de las atenuantes, de entrada la pésima actuación del árbitro chileno Enrique Osses en el partido de la canarinha ante Colombia, una reunión de la Comisión Técnica de la Confederación Brasileña de Fútbol y Neymar concluyó que acatará el castigo.
El atacante del Barcelona dijo en su mensaje de despedida que esperó con mucha fe y esperanza la posibilidad de jugar por la selección brasileña en la Copa América. Anoche la verdeamarelha clasificó a cuartos de final sin su gran figura.
"Infelizmente esto no será posible. Sé que mi presencia en el grupo es importante, así como de cada uno de los demás jugadores, que más que nunca deben estar totalmente concentrados en los partidos que vienen", comentó.
El habilidoso "crack" del gigante sudamericano explicó que fue difícil la decisión de abandonar Chile en medio de un torneo y agradeció el apoyo del grupo y de la Comisión Técnica. Sin embargo, consideró oportuno marcharse.
Quedarme aquí podría provocar un ambiente de desconcentración con asuntos que quitarían el foco del principal objetivo del conjunto, remarcó.
Por otro lado, hizo un análisis autocrítico y deseó suerte a sus compañeros.
Nunca me escapé de mi responsabilidad de ser uno de los líderes del grupo. Como capitán siempre me he entregado en busca de las victorias y he tomado decisiones, sean erradas o ciertas, y este es un momento de decisión, precisó.
Pido perdón a mis compañeros, por haberme metido en esta situación, pero estoy seguro de que salgo con un aprendizaje en mi carrera. ÂíBuena suerte Brasil!, añadió por último.
A propósito de la sanción, Neymar contó también con el espaldarazo de su entrenador, Carlos Dunga, y de su compañero en el Barcelona, el argentino Javier Mascherano.
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