Odebrecht es una empresa que construye las principales obras de instraestructuras en República Dominicana, donde además se ha reputado como empresa modelo a través de una bien llevada campaña de relaciones públicas.
Pero en Brasil, su país de origen, la situación no anda bien para esta empresa, pues allí es objeto de una investigación por parte de la Justicia que sospecha que esta lideró un cartel de fraude, y este hecho la mantiene bajo la lupa en las 21 naciones donde está presente en todo el continente de America Latina.
La empresa brasileña tiene una imponente presencia en República Dominicana y en los últimos diez años ha construido obras para el Estado como el Acueducto de la Línea Noroeste, el Acueducto de Samaná, el Acueducto Hermanas Mirabal, las Carreteras de Casabito – Constanza, El Río – Jarabacoa, y Piedra Blanca – Cruce de Ocoa, así como el Corredor Vial del Este, las Hidroeléctricas de Pinalito y Palomino, cada uno de los componentes de los Proyectos de Solución Vial Ecovías de Santiago y Corredor Duarte I y II, y la Central Termoeléctrica Punta Catalina, que “constituyen pasos firmes en el camino que define nuestro compromiso con la edificación de una República Dominicana cada vez mejor”.

Pero ahora Marcelo y Norberto Odebrecht, suys principales ejecutivos, que tenían el dominio de las inversiones de infraestructuras en América Latina, están acusados de capitanear un esquema de sobornos por $2 mil 100 millones de dólares en la estatal Petrobras.
La situación no es tan sencilla como quiso presentarla la filial de Odebrecht en República Dominicana, en un comunicado emitido recientemente. Junto a ambos está detenido el empresario Otavio Marques Azevedo, presidente de la constructora Andrade Gutiérrez, hecho que “ha tenido el efecto expansivo de una bomba nuclear sobre Brasil”.
Sus cuentas bancarias han sido bloqueadas por la autoridades, cuentas que tienen un valor de $6.5 millones, según reportó el diario brasileño O Globo.
Lo que destapó la “Operación Lava Jato” (lava autos), fue una gigantesca red de sobornos ligados a la política, al poder empresarial y al económico.
Las reseñas procedentes de Brasil indican que son investigados los delitos de “formación de cartel, fraude en licitaciones, corrupción, desvío de fondos públicos y lavado de dinero”.
ESQUEMA DE FRAUDE
El esquema de fraude se habría hecho en torno a un grupo de empresas que amañaba licitaciones para adjudicarse obras contratadas por la petrolera estatal en el período que va de 2004 a 2014, señalan los informes.
Y ubican a Marcelo Odebrecht como el líder de un emporio que el año pasado facturó 40 mil millones de dólares. Este empresario tiene 46 años y es la tercera generación al mando de la empresa. La compañía emplea a 180 mil trabajadores en 21 naciones, incluyendo República Dominicana.
“No tenemos duda alguna de que (las compañías) Odebrecht y Andrade Gutierrez capitaneaban un esquema de cartel dentro de Petrobras”, expresó el procurador Carlos dos Santos Lima en una rueda de prensa ayer.

El funcionario dijo tener pruebas de un sofisticado esquema de pagos ilegales a exdirectivos de Petrobras en el extranjero, principalmente en Panamá, Suiza y Mónaco.
Red de corrupción
La corruptela en Petrobras arrastra a cientos de proveedores de menor escala. Unas 25 firmas son investigadas por su supuesta participación en una red perpetuada durante una década.
La agencia de noticias Efe relata que de acuerdo con la Policía Federal, las empresas obtenían contratos amañados con Petrobras, “inflaban los valores en hasta un 4% y repartían las diferencias entre directores de la estatal y partidos políticos”.
De acuerdo con el relato de las autoridades, eran una especie de logia que logró ocultar las movidas financieras por dos lustros, precisamente por el nivel de penetración que lograron.
Por el escándalo, según el diario O Globo, la fiscalía tiene bajo investigación a 2 gobernadores, 13 senadores y 22 diputados en funciones.
Los fiscales han encontrado que se pagaron, al menos, $800 millones en sobornos y otros “fondos ilegales”.
Supuestamente, parte del dinero era redireccionado a los ejecutivos de Petrobras a cambio de los contratos inflados que se le aprobaban a las constructoras. Parte del dinero también se utilizaba para fondear la campaña del Partido de los Trabajadores, de la presidenta Dilma Rousseff.
La mandataria, que era la presidenta del directorio de Petrobras durante la presidencia de Luiz Inácio Lula da Silva, negó tener conocimiento de lo que pasaba en la empresa o las entrañas de su partido.
De acuerdo con la constructora Odebrecht, las órdenes de arresto no eran necesarias al estimar que sus ejecutivos desde siempre han estado a disposición de las autoridades para cooperar con la investigación.
Los fiscales, por su parte, aseguran que tanto Marcelo Odebrecht como Marques Azevedo sabían de todo lo que sucedía en sus empresas. Hay documentos que supuestamente así lo certifican.

Dado el alcance de la red, sobre Brasil se ha posado una enorme nube de polvo. El principal índice de las acciones brasileñas caía ayer a raíz de los datos de inflación, el inicio de un período de recesión económica y la detención de los presidentes de las dos constructoras más importantes del país. La comunidad financiera brasileña ha dicho que cientos de empleos estarían en juego.
Brasil ha dicho, por ahora, que la operación incluye varios arrestos preventivos y temporales.
El agente de la Policía Federal, Igor de Paula, dijo a O Globo que “no importa el tamaño de la empresa, su capacidad de influir y poder económico, lo que nunca puede estar bien para permitir a estas personas o empresas que practican crímenes”.