Los logros y perspectivas en las micro-cuencas del país donde se ejecuta el programa Cultivando Agua Buena, una iniciativa de Brasil a través de la empresa pública hidroeléctrica Itaipú Binacional, fueron analizados en un simposio en el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo (MEPyD).
Este convenio de cooperación técnica con la Agencia de Cooperación de Brasil (ABC) fue gestionado por el MEPyD y lo ejecutan el Ministerio de Energía y Minas y el Instituto de Recursos Hidráulicos (Indrhi).
El programa parte de la experiencia en el lado brasileño de la cuenca del río Paraná de la presa de Itaipú con Paraguay, y que beneficia a más de un millón de habitantes.
Los lugares del país en que se ejecuta este programa son las micro cuencas Arroyo Gurabo en Santiago, Río Maimón, Juan Adrián y Río Grande, Padre las Casas, Río Grande o Del Medio, en el sur, recordó la Unidad de Comunicaciones del MEPyD.
El simposio lo abrió con un discurso el ministro de Energía y Minas, Antonio Isa Conde, seguido de palabras del Embajador Fernando Marroni de Abreu, director de la Agencia de Cooperación de Brasil (ABC).
Luego habló el viceministro de Cooperación Internacional del MEPyD, Inocencio García Javier. Estuvieron acompañados del gerente de planificación del Indrhi, Raúl Pérez; del director ejecutivo de la Asociación para el Desarrollo de Santiago, Saúl Abreu, y de la presidenta de la Fundación Sur Futuro, Melba Segura de Grullón.
El ministro Isa Conde resaltó la oportunidad de este programa para fortalecerá la necesidad de proteger y desarrollar los recursos con que cuenta el país, sobre todo el agua, mientras se restringe la explotación de grava en las orillas de los ríos.
De su parte el viceministro García Javier situó el programa en consistencia con el proceso que se lleva a cabo en el país que define actualmente cinco regiones únicas de planificación, las cuales permitirán el mejor aprovechamiento y uso de los recursos regionales.
Mientras que el director de la agencia ABC reiteró el concepto de cooperación horizontal conocido como sur-sur, sin imposición ni condicionamiento, contrario a la cooperación norte-sur que condiciona la asistencia no pocas veces a factores que no son parte de una cooperación.
El objetivo es replicar en el país el exitoso programa de Brasil, que además del apoyo técnico, logístico y económico a través de sus instituciones adscritas y la donación de un total de US$800 mil para la ejecución.
La denominación “Cultivando Agua Buena” va más allá de las acciones legales para la mitigación y control de los impactos ambientales, explica el gobierno brasileño, debido a que las actividades y proyectos están alineados con los cambios necesarios en el comportamiento de los seres humanos.