El hijo menor de Aris y Mercedes lleva (así como lo ven) 54 años de elevar sin pausas sueños trascendentes, tras abandonar el estetoscopio para vivir entre viajes subrepticios y clandestinidades, siempre con Marx bajo el brazo. Se inicia en las luchas estudiantiles contra los remanentes del trujillismo, y luego 1963, y luego Abril, y luego las duras confrontaciones de la izquierda picassiana de los 70 y, desde los 90, la defensa de las minorías, el medio ambiente y la igualdad de géneros…Hoy hay que decir en su favor que, a pesar de tantos años y tumultos, Narciso Isa Conde, a diferencia de muchos, no ha cambiado.