Evangélicos dicen que se quiere replicar aquí la ley francesa 99-944, dictada en Francia el 15 de noviembre de 1999, que introduce en el libro primero del código civil francés el llamado “pacto de solidaridad y concubinato, con el fin de darle base jurídica a las uniones de hecho tanto homosexuales como heterosexuales.
Santo Domingo.-El presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE), Fidel Lorenzo Merán advirtió al Congreso Nacional que la comunidad evangélica nacional estará atenta y vigilante ante posibles intentos de introducir al país nuevas figuras jurídicas como “pactos de convivencia común” para tratar de aprobar en leyes adjetivas el matrimonio homosexual.
Lorenzo Merán indicó que ha habido intenciones de colocar esa figura en las reformas al código civil, para cumplir con ciertos compromisos como parte de un plan internacional, que busca de manera general adecuar lo más que se pueda a las legislaciones latinoamericanas a estos pactos de convivencia común derivada del derecho europeo y replicado en el hemisferio.
Advirtió que se quiere replicar aquí la ley francesa 99-944, dictada en Francia el 15 de noviembre de 1999, que introduce en el libro primero del código civil francés el llamado “pacto de solidaridad y concubinato, con el fin de darle base jurídica a las uniones de hecho tanto homosexuales como heterosexuales.
Sin embargo, expresó que los pactos de convivencia común, tengan la nomenclatura jurídica que tengan, son inconstitucionales porque hasta las uniones de hecho deben ser entre un hombre y una mujer, porque así lo dice categóricamente la Constitución de la República.
“Lo que se quiere aprobar es una convivencia estable “more uxorio” desarrollada como una institución distinta del matrimonio y que en estos casos se trata de situaciones que reciben un tratamiento específico y diferenciado como es el caso de parejas del mismo sexo”, indicó el presidente de CODUE.
Indicó que de hecho hay referencias recientes de este tipo de uniones como es el caso de México con la ley del 16 de noviembre del 2006 del Distrito Federal, que abarca la unión de hecho entre dos personas de diferentes o del mismo sexo, llamada “Sociedad de Convivencia”, definido como un acto jurídico bilateral.
“se quieren usar figuras jurídicas como se han hecho en otros países de América Latina, sin usar la palabra matrimonio para que no haga colusión con la figura constitucional del matrimonio, pretendiendo engañar”, expresó.
Señaló que en estos momentos existe una euforia por parte de los LGTB por el apretado triunfo que tuvo la aprobación del matrimonio homosexual por parte del Tribunal Supremo de los Estados Unidos de Norteamérica, y reiteró que dicha sentencia no es paradigmática.
Puntualizó que se quiere replicar esta decisión estadounidense con el argumento con poca base jurídica de que “constituye un “avance a los derechos fundamentales” lo que consideró como incierto ya que se ha convertido en una tendencia peligrosa privilegiar a una minoría con una superestructura jurídica.
Reveló que en breve CODUE iniciará un proceso de consultas a nivel nacional para orientar a su liderazgo sobre las amenazas jurídicas internacionales que se ciernen en contra del matrimonio.