Esta decisión de las autoridades monetarias estuvo basada en el balance de riesgos en torno a las proyecciones de inflación y las expectativas del sector privado, así como el entorno internacional relevante para la economía dominicana.
Santo Domingo.-En su reunión de política monetaria del mes de junio de 2015, el Banco Central decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 5.00% anual.
La decisión sobre la tasa de referencia fue adoptada luego de analizar el panorama macroeconómico nacional, especialmente el balance de riesgos en torno a las proyecciones de inflación y las expectativas del sector privado, así como el entorno internacional relevante para la economía dominicana. En efecto, la tasa interanual de inflación en el mes de mayo ascendió a 0.23%, mientras en términos acumulados la inflación se situó en 0.19% al cierre de ese mes.
Asimismo, la inflación subyacente, relacionada con las condiciones monetarias de la economía, se ubicó en mayo en 2.33% interanual. Las proyecciones continúan indicando que la inflación se mantendría por debajo del límite inferior de la meta establecida en el Programa Monetario para 2015, convergiendo al centro del nivel objetivo de 4.0% ± 1.0% en el horizonte de política monetaria.
En el ámbito externo, el crecimiento interanual de Estados Unidos de América (EUA) en el primer trimestre del año fue corregido de una estimación preliminar de 2.4% a 2.9% en el mes de junio. No obstante, la evolución reciente del crecimiento ha motivado una revisión a la baja de los pronósticos del Consensus Forecast. En ese sentido, la previsión de crecimiento de EUA fue revisada de 2.5% a 2.2% para 2015, mientras se espera una recuperación en torno a 2.8% para 2016.
Según esta fuente, las proyecciones de crecimiento para la Zona Euro se ubican en torno a 1.5%. Sin embargo, existe incertidumbre en cuanto al desenlace de la situación de crisis de Grecia, lo que podría incidir negativamente en la economía europea. Las proyecciones para América Latina fueron revisadas a la baja de 0.4% a 0.3%, mientras se espera que Asia crezca en torno a 4.7% en el presente año. En el último mes, las condiciones financieras internacionales se han restringido, mientras el dólar ha tendido a apreciarse. El precio del petróleo se mantendría por debajo de los niveles de los últimos años, al menos hasta 2016.
En el ámbito doméstico, la economía evoluciona conforme a las proyecciones. La tendencia ciclo del indicador mensual de actividad económica (IMAE) presenta una tasa de crecimiento de 6.1% al cierre de abril. Del mismo modo, la tasa de crecimiento anual del crédito al sector privado en moneda nacional se expande en torno a 12.0% en junio, en términos interanuales.
Se espera que el dinamismo del crédito continúe fortaleciéndose en la medida que se complete el mecanismo de transmisión de las decisiones recientes de reducción de la tasa de interés de política monetaria (TPM) a la tasa de interés activa. Cabe destacar que el impacto de las reducciones de la TPM en la tasa activa sería aun mayor tomando en consideración las última resolución de la Junta Monetaria para permitir el uso de recursos del encaje legal para soluciones habitacionales de bajo costo. Es importante señalar que desde que se redujo la TPM por primera vez, el promedio ponderado de la tasa activa ha caído más de 175 puntos básicos en el sistema financiero.
Por el lado de la política fiscal, la tasa de crecimiento de los ingresos ha superado el ritmo de expansión del gasto público en lo que va de año, obteniéndose un superávit primario por encima del establecido en el Presupuesto Nacional 2015 de 0.4% del PIB. Asimismo, las cuentas externas evolucionan satisfactoriamente, proyectándose un déficit de cuenta corriente de la Balanza de Pagos en torno al 2.0% del PIB para el cierre del año. Esta tendencia en las cuentas externas contribuirá a mantener la estabilidad relativa del tipo de cambio, a la vez que el BCRD continúa con su proceso de acumulación de reservas internacionales.
El BCRD ratifica su compromiso de implementar la política monetaria orientada al logro de su meta de inflación, a la vez que seguirá monitoreando la evolución de la economía mundial y la coyuntura doméstica, a fin de adoptar las medidas necesarias ante riesgos sobre la estabilidad de precios y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.