El Papa Francisco ha concluido su visita en Ecuador, donde llevó su mensaje de esperanza a sus habitantes, para dirigirse este miercoles a Bolivia, donde es esperado por una legión de feligreses.
La jornada del Santo Padre se abrió el martes con el encuentro con los obispos de Ecuador, incluidos los eméritos, en el Parque del Bicentenario de Quito.
Después del saludo del Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, el arzobispo Fausto Gabriel Travéz OFM., el Papa departió con los prelados de forma informal y a puertas cerradas.
El encuentro duró alrededor de una hora, finalizado el cual, el Papa recorrió en papamóvil el parque -realizado en el lugar ocupado por el antiguo aeropuerto, y denominado "el pulmón de Quito", debido a sus 125 hectáreas de árboles- para saludar a los fieles, más de un millón y medio, que participaron en la Santa Misa por la Evangelización de los Pueblos, presidida por el Santo Padre y concelebrada con 1.200 sacerdotes.
Después, Francisco se dirigió a la improvisada sacristía para ponerse las vestiduras litúrgicas -estola, casulla y mitra? confeccionadas en la región ecuatoriana de Azuay por artesanas locales y por las Carmelitas Descalzas con los símbolos de una azucena, que representa a Santa Mariana de Jesús, la primera santa ecuatoriana y del Corazón de Jesús, al que Ecuador está consagrado.
La agenda del papa Francisco en Ecuador concluye este miérfoles con una visita varios ancianos y ofrecerá una charla a sacerdotes locales antes de volar a Bolivia, donde el medio ambiente, la atención a los pobres y la tensa relación entre el gobierno y la Iglesia católica están entre los temas más destacados en su agenda.