En interés de contribuir desinteresadamente a la solución de un conflicto, cuyas impredecibles consecuencias paradójicamente podrían poner en peligro la paz de toda la nación, pido al señor Procurador General de la República que acceda gustoso a la atenta petición de la Federación Dominicana de Comerciantes, de que se establezcan zonas de tolerancia para el pleno disfrute de los musicones sin límite de decibeles de escándalo. En tal virtud, sugiero que se establezcan dichas zonas de tolerancia en las islas Beata, Alto Velo, Catalinita y Cabritos, así como en Alto Bandera y el Pico Duarte. Y punto.