Todo indica que los diputados del minoritario Partido Revolucionario Dominicano optaron por la jubilación política, al recibir cada uno la cifra de 20 millones de pesos, conforme a una fuente bien informada de ese hemiciclo, para apoyar la reforma constitucional que permite que el actual presidente de la República pueda nuevamente ser candidato en los comicios del año entrante.
La jubilación sería doble, porque la Cámara de Diputados otorga un sueldo a todos sus antiguos miembros, cuyo monto económico depende del tiempo desempeñado. Pero hasta con un período de cuatro años un legislador (puede ser diputado o senador) tiene el privilegio de disfrutar de un jugoso sueldo por el resto de su vida, aspecto que estimula a muchos aspirantes del espectro político nacional.
La jubilación de los diputados del reducido PRD, no obstante, no es intencional, pues todos quisieran seguir ocupando su curul, pero ¿con cuáles votos contemplan reelegirse? En el hipotético caso de que el PLD les cumpla, incluyéndolos en la boleta electoral, en el marco del acuerdo entre Danilo Medina y Miguel Vargas, no es posible —matemáticamente hablando— que resulten electos con el voto preferencial.
Más del 95% de los votantes de esa coalición corresponden al PLD. Y los peledeístas suelen sufragar por sus compañeros de partido. En toda la historia del PLD ¿cuál extra partido, exceptuando a Pelegrín Castillo, ha resultado electo diputado con los votos de sus militantes? Puedo estar equivocado, pero no conozco a nadie.
Cada uno de los diputados del PRD tiene una clientela, la que se encuentra muy menguada y ahora se reduce a su mínima expresión con la alianza con el PLD y el gobierno, por tratarse de una difícil transición entre dos entidades políticas que no hacen química, que han sido rivales en las últimas décadas. Esa clientela es cada vez más insuficiente para aportar los votos requeridos para la reelección de un diputado.
Los síndicos y regidores perredeístas que logren encabezar la boleta del denominado “Frente Progresista” sí tienen posibilidad de resultar electos. Pero tanto para unos como para otros el PLD ahora se está inventando encuestas, para finalmente levantar el pretexto de que con ellos no se gana y, finalmente, dejarlos como “perico en la estaca”.
Ya el secretario general del PLD, Reinaldo Pared Pérez, lo condenó a muerte, cuando dijo que ese no es el PRD del 2010 ni mucho menos del 2012 y que la cuota que le corresponde estaría conforme a los porcentajes otorgados por las encuestas.
Y nada haría Miguel Vargas, porque su beneficio es monetario y ya introdujo en sus bolsillos una millonada.
Esos diputados del PRD no pueden obviar que sus verdaderos compañeros y amigos ahora están en el Partido Revolucionario Moderno. Y ellos no traicionaron al PRM, porque al momento de reformar la Constitución no pertenecían a esa organización. Sólo dos de los diputados del PRM aprobaron la funesta reforma y fueron debidamente expulsados, un ejemplarizador precedente disciplinario.
Sin embargo, nada se parece más a una guagua pública que un partido que busca sumar y ganar. Hay que permitir que se monte todo el que quiera, sin hacer depuración ética, y después se gobierna con los hombres y mujeres más competentes y honorables.
(Recuerdo que Juan Bosch procuró construir un partido decente, con miembros formados en los famosos círculos de estudios, requisito que impedía su crecimiento en una sociedad en la que abundan los vicios. Para el PLD crecer tuvo que abrirse. Lo condenable es la forma en que ha negado sus orígenes, los principios boschistas y el rompimiento de todos los récords en materia de corrupción pública desde el ejercicio del poder político).
El Partido Revolucionario Moderno tiene que estar consciente que en mayo venidero se enfrentaría a un partido poderoso y en el poder, que carece de escrúpulos al hacer uso de los recursos estatales; que estamos en una sociedad preñada de antivalores y vicios, males que no se cambiarían de la noche a la mañana, por lo que en el marco de ese contexto es que tiene que diseñar su estrategia para el crecimiento que demanda su triunfo electoral.
En esa dirección, el PRM tiene que estar abierto al diálogo con todos aquellos que representen votos, aunque sean pocos, como en efecto es el caso de los diputados del PRD, los que no tienen la más remota posibilidad de resultar electos nuevamente en el marco de la alianza con el PLD. Ante esa situación, se sugiere el estudio de la posibilidad de abrir una ventanilla al diálogo para un eventual ingreso al PRM, en la medida que ese acuerdo no vaya en desmedro de los diputados que se mantuvieron leales a la nueva organización política.