Bogotá, 13 jul (PL) El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, reiteró hoy que están dadas las condiciones para comenzar los análisis en torno al cese el fuego bilateral y definitivo, demandado por activistas, defensores de derechos humanos y otros actores del escenario nacional.
El mandatario consideró que en la mesa de concertación entre el Gobierno y las FARC-EP se ha avanzado lo suficiente con el logro de consensos en tres de los cinco puntos de la agenda, pactada inicialmente como hoja de ruta de las conversaciones a favor de la distensión.
Adicionalmente los equipos del Ejecutivo y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (FARC-EP) decidieron crear una comisión de la verdad e iniciar un programa de desminado humanitario en el territorio nacional, el cual da sus primeros pasos en el municipio antioqueño de Briceño.
En opinión del gobernante para llegar al silenciamiento de todos los fusiles es indispensable progresar en los debates en torno a la justicia transicional, mecanismo que prevé definir penas para responsables de la conflagración.
En tanto se llega a ese acuerdo destinado a paralizar por completo las ofensivas bélicas, la decisión de ambas partes es reducir la magnitud de la guerra, insistió el jefe de Estado esta mañana en declaraciones a WRadio.
El 20 de julio próximo las FARC-EP pondrán en vigor una pausa combativa, la sexta disposición de ese tipo instaurada por el grupo rebelde, a partir de entonces el Gobierno deberá disponer medidas recíprocas para desescalar o bajar la intensidad de la contienda, en correspondencia con lo consensuado.
Durante su comparecencia radial, Santos aseguró que cree en esa agrupación insurgente y en su deseo de alcanzar la paz.
Según el abogado Humberto de la Calle, jefe de los negociadores gubernamentales, el plan anunciado la víspera desde la capital cubana persigue conseguir resultados durante los ciclos de pláticas con la insurgencia, encaminados a terminar el conflicto.
Mientras las FARC-EP calificaron los pronunciamientos como el inicio de una etapa de relanzamiento de los diálogos emprendidos en Cuba en 2012, los cuales transcurren paralelamente a la conflagración, recrudecida desde mediados de mayo.
La guerra, que dura más de medio siglo, ha ocasionado la muerte a unos 230 mil ciudadanos.
Instalar una mesa de concertación con el Ejército de Liberación Nacional, segunda guerrilla del país, es otro de los asuntos pendientes para lograr la paz.