“El todo es más que la suma de las partes”. Aristóteles.
Cada quien quiere resolver sus problemas, ignorando que sus problemas son los problemas de los demás; que la inseguridad, el aumento del costo de la vida, de los combustibles, de la tarifa eléctrica, de los apagones, la delincuencia, la falta de vivienda, de empleo, el endeudamiento interno y externo, la educación, la salud, el agua potable, la deforestación, la minería irresponsable, la corrupción, la falta de institucionalidad, la delincuencia, el crimen, el delito y el narcotráfico, nos perjudican a todos. La solución, por tanto, no es individual, es colectiva.
El gobierno corrupto y depredador del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) nos hace crear a través de su política clientelar y paternalista que los problemas se resuelve mendigando una tarjeta solidaridad, una ración de alimento, una funda de cemento, diez planchas de zinc, botella en cualquier ministerio, una exoneración, etc.
Soluciones individuales, no colectivas. No tengo agua, hago una cisterna o un pozo; no tengo energía, compro una planta, instalo un inversor o me la robo; le temo a loa ladrones, contrato un vigilante; la educación pública es mala, envío los hijos a un colegio; la universidad del Estado es mediocre, me endeudo y los pongo en una privada; el transporte es peligroso, compro tres vehículos, uno para mí, la mujer y los muchachos. Para cada problema social, una solución individual.
Los políticos corruptos son los paradigmas del éxito: Llegan al gobierno sin nada, ni con qué caerse muertos, y salen con todos sus problemas resueltos de por vida. El daño moral que le han hecho a la sociedad es incalculable.
Entre un individuo y un ciudadano la diferencia es enorme. El individuo piensa y actúa en función de sí mismo; él es el centro del universo social. En cambio un ciudadano piensa y actúa colectivamente; la sociedad es el centro de su vida.
En su carta de despedida el Che le dice a Fidel Castro que “nada material le dejo a mi mujer y mis hijos porque sé que el Estado le proveerá cuando necesitan”. El Che Guevara actuó siempre como un ser universal. En efecto, el Estado socialista les garantizó a los hijos del guerrillero educación, salud, vivienda, etc., al igual que los demás ciudadanos del país.
Juan Pablo Duarte, antes que el Che, Camilo y Fidel, lo arriesgó todo, incluso su vida, por los demás. Nos enseñó, lección que hemos olvidado, que, “trabajar por y para la patria es trabajar por nuestros hijos y por nosotros mismos”.
El país vive momentos que requieren del esfuerzo de los que amamos la libertad, la justicia y la democracia, donde no hay espacios para las individualidades que impiden la unidad y debilitan las posibilidades de cambiar el rumbo derrotando el continuismo, la impunidad y la corrupción que encarna Danilo Medina y el PLD.
Un senador, un diputado, un alcalde, no resuelve los problemas nacionales antes citados; eso solo es posible con un espíritu de cuerpo, con un sentido colectivo de lucha y sacrificio. El PRM, el Frente Amplio, Alianza País, Dominicanos por el cambio, Movimiento Rebelde, etc., etc., etc., solos, divididos, no llegaran lejos; juntos, despojados de prejuicios y sectarismos, pensando en el país, pueden generar una sinergia capaz de otorgarle la victoria al pueblo.
No olvidemos que: “Sin unidad no hay fuerzas, y sin fuerzas no hay victoria”.