Llegó la misión de la OEA, retirándose del país con su visión del problema migratorio y prometiéndose con el rendimiento de un informe que cree estará listo antes de terminar este año (mucho el tiempo), pero lo importante es que estuviesen por aquí y que visitaran la frontera de un lado y del otro, conversaron con quienes quisieran.
Nuestras autoridades involucradas en la conducción del Plan Nacional de Regulación les toca tener sus cuentas claras, disponer de un informe bien detallado, suficientemente creíble y transparente, y desde ya debe irse conociendo para los fines de lugar, y a su vez remitirlo a la OEA, si acaso sigue en sus manos y si acaso no tiene ningún informe pues que ocupen parte de su tiempo para ello.
Si la OEA demuestra que actuó prejuciada, si observará al final de este mismo año, pues hay en el país quienes están convencidos de que estos señores llegaron para justificarse, en el entendido de que ya tienen una sentencia en contra de República Dominicana. No llego a tal nivel de especulación o de conjeturas. Dado a como viene caminando el mundo, hay que seguir dudando.
El Estado dominicano debería tener, en caso de que no la tenga, la cifra de cuántos haitianos viven en República Dominicana o de cuántos extranjeros (para ir más allá de la condición de haitiano), lo mismo de sus descendientes viviendo en territorio nacional, nacidos o no en el país. Son datos que provienen del censo nacional. Hace unos meses que la Oficina Nacional de Estadística publicó un informe sobre la población haitiana en nuestro país pero, al parecer, sus datos convencieron a muy pocos dado que aun seguimos repitiendo cifras diferentes o números especulativos, indecisos.
La Oficina Nacional de Estadísticas, y para tal fin puede conversarse con el buen amigo, técnico de larga experiencia, Frank Cáceres, y de seguro que habrá informaciones al por mayor y detalle, válida para estos casos. La Dirección de Migración también debiera disponer de informaciones adecuadas, por ejemplo de la cantidad de haitianos que entran y salen a RD.
El Ministerio de Trabajo, ausente en estos meses de discusión sobre la situación haitiana en el país, también tiene datos, por ejemplo sobre el empleo de haitianos en República Dominicana. Por ejemplo, ¿qué cantidad de haitianos y en qué condiciones participa de la industria de la construcción?
No se trata de una asunto exclusivo de la Cancillería ni de Migración. Es el Estado al que toca darle la cara a todo estos, y su administración o gestión gubernamental actuar desprejuiciadamente. Lo correcto es que tengamos como gobierno y Estado procesos documentados, y cuyos contenidos nadie los ponga en duda.
Ha sobresalido la información suelta de el número de haitianos que curso estudios universitarios en República Dominicana. Dato importante, sin embargo, ¿qué organismo gubernamental documenta estas situaciones? Igual ocurre con la atención médica, ¿que institución gubernamental pueda ofrecer u organizar un documento detallado sobre todo esto?
La participación de la OEA y todo organismo internacional o país interesado en el comportamiento del Estado dominicano en relación los inmigrantes se nos presenta como la gran oportunidad para actuar correctamente, sin ningún tipo de prejuicio. Son momentos para organizarnos, para estar manifestar preparación, las buenas prácticas.