La más alarmante de los cuestionamientos lo ha hecho la persona que dirigió la construcción del recinto carcelario donde estaba recluido Joaquín el Chapo Guzmán, quien ha dicho que en la celda en la que fue visto el narcotraficante la última vez no corresponde a la que le correspondía.
Se deduce de lo afirmado, que El Chapo fue movido a una celda donde coincidía con el punto donde llegaba el tunel de kilómetro y medio construido para el escape.
Por esas observaciones, el general retirado, Jorge Carrillo Olea, quien construyó la cárcel, asegura que el narcotraficante no pudo fugarse sin ayuda de las autoridades.
Describió la cárcel como una fortaleza construida a finales de la década de 1980, para albergar a 724 prisioneros, con medidas internas de seguridad que incluyen un sistema de vigilancia por video y monitoreo permanente, con más de 750 cámaras distribuidas en el complejo.
Dijo que hacia el exterior tiene bardas perimetrales, aduanas peatonales y vehiculares, y torres de vigilancia internas y externas, todas características de una cárcel de máxima seguridad. En teoría, un lugar impenetrable, y a prueba de fugas.
Sostiene que en realidad, la fuga orquestada por el capo, habría sido permitida por las propias autoridades, contradiciendo las explicaciones del gobierno que explicó que dos puntos ciegos en las cámaras de seguridad facilitarían la huida.
Carrillo Olea descarta esa explicación porque inclusive las visitas conyugales, son grabadas en video, por lo que a su entender todo lo dicho no es más que un montaje. "La celda donde fue visto el capo por última vez, no era en la que estaba recluido" observó.
El presunto líder del llamado Cártel de Sinaloa tuvo un margen mínimo de 20 minutos para huir, tiempo que se amplió conforme iniciaba la búsqueda por el túnel, donde tomó una motocicleta y fue apagando los focos a su paso. Para quienes investigan el caso, el tiempo parece una exageración, ya que los reos de penales de alta seguridad tiene prohibido bañarse después de las 7:00 de la mañana, tras el primer pase de lista, por lo que el capo nada tenía qué hacer en la regadera.Cuando sus persecutores lograron atravesar el túnel y llegaron a su desembocadura, un lote lleno de arena blanda con dos inmuebles, encontraron muy poco.Tenis, ropa, herramienta y empaques de comida rápida.
LAS HIPÓTESIS
Para quienes ahora le siguen sus pasos, lo más probable es que Guzmán lograra abandonar el centro del país prácticamente desde que volvió a ver el paisaje exterior.
Algunos pobladores de la zona aledaña al centro penitenciario, reportaron haber escuchado la noche del sábado un helicóptero, un dato que está por corroborarse.Algunos de los testimonios hablan de una unidad de menor tamaño a los helicópteros de la Policía Federal, que con cierta frecuencia trasladan reos al centro penitenciario.
La persecución no empieza de cero. Los familiares de Guzmán, según las autoridades consultadas, no dejaron de ser monitoreados durante el año y cinco meses en que "El Chapo” estuvo preso en el Altiplano.
Por ahora, consideran que lo más factible es que el capo se resguarde en una zona de "confort”, por lo menos durante tres meses, antes de cambiar de guarida.