En la presente semana se presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de Ley de Salud Sexual y Reproductiva, donde se pretende establecer reglas para la impartición de educación sexual en las escuelas y para darle derechos sexuales a todos los miembros de la sociedad dominicana.
Este proyecto de ley fue rechazado de manera firme por los diversos sectores cristianos de la sociedad dominicana, ya que el mismo está basado en una serie de consideraciones incorrectas en torno a la función y papel de los adolescentes y porque, de manera ilegal y violatoria a la constitución, quiere establecer la aprobación del aborto.
En dicho proyecto se parte del hecho de que la sexualidad es solo placer, y eso es una aberración. La sexualidad debe ser enseñada como un proceso integral, donde además del placer es sumamente importante el sentido de la responsabilidad por las consecuencias futuras y el respeto a los dos seres humanos que intervienen en la relación sexual.
De acuerdo a ese proyecto, los adolescentes "son sujetos de derechos, con capacidad para decidir sobre sus relaciones sexuales". Esa es una premisa totalmente equivocada, ya que un adolescente no está en capacidad de decidir de manera correcta sobre los aspectos de su sexualidad. Con esta visión lo que se busca es darle unos supuestos derechos sexuales, que el adolescente todavía no está en capacidad de ejercer.
Los cristianos no somos contrarios a la educacion sexual en las escuelas. Pero entendemos que esa educación sexual no debe ser para repartir condones a nuestros jóvenes, induciéndolos a que ejerzan el sexo irresponsable y desenfrenado, tal y como subyace en dicho proyecto de ley. La educacion sexual en las escuelas debe ser integral, que lleve a crear niveles de responsabilidad en el ejercicio de la sexualidad, que impregne claramente en nuestros jóvenes que el sexo es mucho más que placer, que cree conciencia sobre la necesidad de ejercer la sexualidad en el tiempo debido y, sobretodo, que la familia sea parte de ese proceso de educación sobre los temas sexuales.
Ese proyecto de ley sobre salud sexual y reproductiva pretende que el aborto se apruebe por ley, en caso de violación o incesto. Esto es absurdo ya que la constitución del 2010 fue bastante precisa prohibiendo el aborto en su artículo 37. Y como es muy claro en términos de derecho, una ley no puede estar por encima de la constitución, y el tema del aborto ya fue cerrado hace unos años.
Pero lo más grave de todo era que lo proponentes de ese absurdo y anticristiano proyecto de ley, querían que el mismo fuera aprobado sin ser discutido por todos los sectores de la sociedad dominicana, sin hacer vistas públicas en las cuales quienes nos oponemos a este despropósito pudiéramos expresar nuestras objeciones en discusiones abiertas y contradictorias. Gracias a Dios, los diputados fueron iluminados y luego de una presión de la sociedad de fe, decidieron reflexionar y enviaron nuevamente a comisión ese desaguisado.
Pero lo más importante de todo este momento de confrontación es que, fruto de la lucha de los cristianos en contra de dicho proyecto, los voceros de los tres principales partidos del país, el PLD, el PRD y el PRSC, expresaron que esas organizaciones no votarán a favor del mismo por "su espíritu y esencia anti-cristiana". Una nueva lucha que ganamos basados en nuestra profunda fe y la visión de Dios en nuestras vidas.