SANTIAGO.- El general Héctor García Cuevas, director del Comando Regional Cibao Central de la Policía Nacional, con asiento en esta ciudad, garantizó la seguridad a las personas que asisten a los templos religiosos de la zona en horas de la noche.
En declaraciones ofrecidas este sábado a través de su vocero, coronel Pelagio Lorenzo Morillo, el alto oficial aseguró que la institución cuenta con las estrategias policiales que garantizan dicha seguridad.
La reacción del general García Cuevas es como consecuencia de la denuncia hecha por el Arzobispado de esta ciudad, a través del semanario Camino, de que el aumento de los actos delictivos han obligado a la Iglesia Católica a realizar sus actividades en horas de la tarde y no por las noches, como era habitual, para mayor seguridad de la feligresía.
Sin embargo, el comandante policial aseguró que la institución cuenta con estrategias “para que los ciudadanos asistan sin ningún contratiempo a sus cultos religiosos”.
Entre esas prevenciones destacó la implementación de corredores y cuadrantes en diferentes sectores de la ciudad “las cuales ofrecen respuestas rápidas a cualquier contratiempo que pueda presentárseles a los ciudadanos de la ciudad de Santiago y sus comunidades”.
Recordó el general García Cuevas que desde el pasado 12 junio se implementó el modelo de “Policía de Proximidad” en esta ciudad, un sistema de policía proactiva como instrumento de prevención del delito, lo que dijo es tarea primaria del Comando Regional Cibao Central.
Como consecuencia de las garantías que aseguró brinda a la ciudadanía, el comandante policial hizo un llamado a la feligresía para que asista masivamente a sus templos a buscar la presencia y el contacto con Dios, porque la policía está al cuidado de ellos.
En el editorial, dado a conocer el viernes y que aparecerá en su edición de este domingo, Camino plantea que las autoridades deben actuar de manera rápida y eficiente para devolverle a este pueblo la seguridad ciudadana, que es uno de los principales reclamos de la sociedad.
“Quién iba a pensar que algunas actividades religiosas, y de otra índole, tendríamos que acomodarlas a nuevos horarios para lograr la asistencia deseada, porque hoy, el día y la noche, fruto de la delincuencia, se han convertido en una tentación”, se pregunta el rotativo católico.