La política pública en materia de turismo no está del todo clara, ni en el Gobierno Central, ni en el Ministerio de Turismo, más bien la improvisación, el arreglo de la carga en el camino, como buenos campesinos, es lo que explica lo que ocurre con la acción pública en materia de turismo en todo el país y, particularmente, en Puerto Plata.
El Ministerio de Turismo tiene buena prensa pero esto no significa que lo esté haciendo bien, por el contrario, carece de la adecuada implementación de un proyecto coherente de desarrollo y de un plan de ejecuciones lógico.
Esto lo afirmamos porque no se entiende el por qué la iniciativa privada va delante con sus bueyes y el Mitur pone la carreta delante de sus bueyes. Esto es: no se puede hablar de ciudad crucerista sin la existencia de una infraestructura vial adecuada, no se puede hablar de crucerismo si no se están tomando las medidas sanitarias de lugar en todos los lugares donde se expenden alimentos y bebidas, sin garantizar la sanidad pública, sin un plan de educación para que la población se integre al desarrollo crucerista que se nos viene encima. La meta de 10 millones de turista por año es posible pero previo a ello debemos tomar los recaudos de lugar. Con probabilidad, los errores del pasado que condujeron al auge y a la caída del turismo en la novia del Atlántico pueden repetirse.
Si bien en el pasado el Estado actuó como motor del desarrollo, la verdad es que luego decayó en su rol y luego no supo qué hacer con lo que se había logrado, que no era poco. No supo pasar de desarrollista a regulador. Ahora el motor lo posee el sector privado y lo hace bien, sin embargo, el Estado anda de tumbo en tumbo.
El primer paso en el camino correcto consiste en una planificación en la cual las directrices vengan del Mitur y las ejecuciones o empoderamiento vengan de los gobiernos locales de los municipios de la provincia. Siempre que dichos gobiernos locales sean capaces, o bien se les ponga como condición, la gobernanza, esto es: la integración y participación de sus munícipes. Lograda dicha coordinación, se debe iniciar la adecuación de la red vial de la provincia en dos sentidos, el primero, debe definir el concepto de ciudad crucerista o turística, lo cual implica saber que los errores cometidos en Sosúa y Cabarete no deben repetirse sino corregirse, esto es: los miradores, las aceras, los espacios libres deben ser elementos principales distintivos de las áreas para vehículos de motor y su aparcamiento, pues crucerismo implica una avalancha de peatones caminando en todas direcciones con seguridad y placer visual y ambiental. Estos caminantesrequieren solo dos elementos básicos: sentido de orientación, es decir buenas señalizaciones sobre la red vial y los sitios a visitar y, segundo, seguridad e higiene, las calles deben ser seguras, limpias, bien ordenadas y en buen estado. Con la gran cantidad de caminos rurales que posee la provincia, precisamente en el entorno del puerto, sería un idilio que, por ejemplo, se multiplicasen caminos que recreen el Paso de los hidalgos caballeros caminantes que iniciaron la aventura europea en dicha provincia y todo el país.
Todo turista requiere de servicios, esos servicios deben ser ofertados por paradores con la higiene, la calidad y precios adecuados, pues como sabemos, en el pasado, los precios en Puerto Plata de todos los bienes y servicios, se dispararon perjudicando primero a los habitantes de la provincia y más tardes al propio turista. Es una experiencia que no debe repetirse. Para tener éxito en estos puntos la participación de los cabildos es consustancial al objeto buscado.
Además, la higiene, en alimentos y bebidas no solo es una prioridad sino una obligación de todo destino serio. Aquí la coordinación ha de hacerse con el Ministerio de Salud Pública. Pero por demás, debemos saber cómo vamos a mejorar la calidad de las aguas, tanto la potable, como las fluviales, las pluviales, las aguas negras, etc., pues sabemos que existen puntos geográficos en la tierra de Luperón que se inundan. Son muchos los ríos que requieren atención tanto del INAPA como de Medio Ambiente. Inapa para que construya los diques que sean de lugar y Medio Ambiente para que procure políticas públicas para su cuidado y restauración, esto es: que no sea un ministerio que existe solo para otorgar permiso para la extracción de agregados. ¿Qué vamos a hacer con la basura?, ¿seguiremos teniendo un vertedero como faro a la entrada de la ciudad?
Por otra parte, ¿para beneficio de quien o quienes será el desarrollo? En el pasado fue mucho lo que Puerto Plata aportó al PBI y poco lo que se le otorgó, ¿se repetirá la historia en materia tributaria de beneficios solo para el Gobierno Central y los extranjeros?DLH-17-7-2015