En su reunión de política monetaria del mes de julio de 2015, el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) decidió mantener su tasa de interés de política monetaria en 5.00% anual.
La decisión sobre la tasa de referencia se tomó después de examinar el panorama macroeconómico nacional, principalmente el balance de riesgos en torno a las proyecciones de inflación y las expectativas del sector privado, así como el entorno internacional relevante para la economía dominicana. Se observó que la tasa interanual de inflación en el mes de junio ascendió a 0.62%. En términos acumulados la inflación se situó en 0.60% al cierre de ese mes. Asimismo, la inflación subyacente, relacionada con las condiciones monetarias de la economía, se ubicó en junio en 2.32% interanual. Los pronósticos continúan indicando que la inflación se mantendría por debajo del límite inferior de la meta establecida en el Programa Monetario para 2015, convergiendo al centro del rango de 4.0%±1.0% en el horizonte de política monetaria.
En el entorno externo, según Consensus Forecast se prevé un crecimiento interanual de Estados Unidos de América (EUA) de 2.4% para 2015 y de 2.8% para 2016. Bajo esta premisa, se espera que la Reserva Federal de EUA inicie su proceso de normalización monetaria en el último trimestre del año y que la inflación vaya convergiendo gradualmente hacia la meta a finales de 2016, luego de alcanzar la meta de desempleo en torno a 5.25%. En el caso de la Zona Euro, Consensus Forecast prevé una expansión del producto de 1.5% para 2015 y 1.8% para 2016. Aunque todavía existe incertidumbre en cuanto al desenlace de la situación de crisis de Grecia, los efectos sobre la volatilidad en los mercados de capitales han tendido a moderarse. Las proyecciones para América Latina fueron revisadas a la baja y apuntan a que la economía no crecería en 2015, aumentando en torno a 1.5% en 2016. No obstante, esta proyección está altamente influenciada por la situación de deterioro del crecimiento de Venezuela. Si se excluye este país de la muestra, América Latina crecería cerca de 0.7% en 2015 y 2.0% en 2016.
En cuanto a los precios de materias primas, la corrección en los mercados de valores de China, la segunda economía del mundo, se ha reflejado en importantes reducciones acompañadas de una tendencia a la apreciación del dólar a nivel mundial. Bajo este contexto, se mantienen las previsiones conservadoras sobre el desempeño de la economía mundial en el mediano plazo.
En el ámbito doméstico, la producción interna, la demanda y el empleo se expanden según la trayectoria esperada. La tendencia ciclo del indicador mensual de actividad económica (IMAE) al cierre de mayo presenta una tasa de crecimiento interanual en torno a 6.1%, habiéndose revisado el crecimiento del PIB del primer trimestre del año de 6.5% a 6.6%. Asimismo, el crédito al sector privado en moneda nacional crece a una tasa anual en torno a 11.5% al mes de julio. Por el lado de la política fiscal, las cuentas públicas continúan mostrando un superávit al mes de mayo, indicando que para el cierre del presente año se generaría un superávit primario, por encima del establecido en el Presupuesto Nacional 2015. El nivel actual de deuda pública consolidada se sitúa alrededor de 46.0% del PIB, por debajo del promedio regional. Del mismo modo, las cuentas externas evolucionan favorablemente, proyectándose un déficit de cuenta corriente de la Balanza de Pagos en torno al 2.0% del PIB para el cierre del año. Esta tendencia beneficiaría la estabilidad relativa del mercado cambiario, así como la acumulación de reservas internacionales que en la actualidad se sitúan en torno a 3.4 meses de importaciones.
El BCRD ratifica su compromiso de implementar la política monetaria orientada al logro de su meta de inflación, a la vez que seguirá monitoreando la evolución de la economía mundial y la coyuntura doméstica, a fin de adoptar las medidas necesarias ante riesgos sobre la estabilidad de precios y el buen funcionamiento de los sistemas financiero y de pagos.