Por Katherine Castillo.
La mezcla de diferentes instrumentos musicales en manos de experimentados artistas, logran crear sonidos capaces de conquistar la atención de quienes los escuchan; estocrea en el espectador la necesidad de continuar escuchando tal melodía… algo que le podría pasar a las personas que en la tarde de un domingo cualquiera se dan cita en las actividades artísticas que realiza el Grupo Boyé, en las Ruinas de San Francisco en la Zona Colonial.
Los atardeceres traen consigo encantos admirables los cuales son adornados de manera magistral por la música de ensueño producida por el Grupo Boyé, amigos que se consideran familia porque por sus venas corre el mismo amor por el pentagrama.
Estas actividades cuentan con promoción de revistas, televisión y prensa internacional de Francia, España, Londres, Estados Unidos, entre otros, lo que ha facilitado la presencia de turistas en el lugar. Cabe destacar que el diario norteamericanoThe New York Timestiene una sección digital fija que invita conocer el espectáculo celebrado en suelo criollo.
Estas presentaciones, todas multitudinarias, se realizan en ambiente sano y divertido, gratuitas y aptas para todo aquel que quiera deleitarse en este espacio cultural desde las 5:00 de la tarde hasta las 10:00 de la noche.
La fiestaatrae a turistas que transitan por esta zona así como también a personas que vienen desde Santiago, Las Matas de Farfán, San Pedro de Macorís y de otros pueblos,a disfrutar de este espectáculo donde impera la seguridad, el respeto y el orden, gracias a la colaboración del público conjuntamente con la Policía Turística, Policía Nacional, Autoridad Metropolitana de Transporte y de la Junta de vecinos de la zona.
Sobre Boyé
Los integrantes del Grupo Boyé se conocieron escuchando “Son” en el bar de la Zona Colonial “El Rinconcito D’ Don Guillermo”, ubicado en la parte derecha del centro histórico “Las Ruinas de San Francisco”, sin pensar que su amor por el ritmo musical los convertiría más que un grupo artístico, en un verdadero aporte cultural para incluso las personas que desconocían la magia del son, música que los caracteriza como agrupación.
A pesar de que en sus inicios solo querían divertirse, con el tiempo surgió en ellos la idea de crear el referido grupo cuyo nombre rinde honor a uno de los mejores bailadores de son del país: Boyé, quien junto a su esposa “Chencha”, lograron despertar en muchos el amor por el Son debido a sus elegantes bailes de este contagioso ritmo musical.
Además del grupo, en la tarima se presentan personas que hacen otro tipo de artes como: poesías, bailes Folklóricos, cuentos y otras presentaciones que complementan el mundo del arte.
De igual modo, se han presentado al público diferentes artistas dominicanos para el disfrute de los presentes en el lugar, como son: Pavel Núñez, Wilfrido Vargas, José Alberto (El Canario), Sexappeal, Michel, Alex Matos, entre otros.
El grupo
Félix Báez, Néstor Sánchez, Francisco chino Méndez, Franklin Soto y Roberto Bobadilla.
Nelson Eddy en el piano; JuliánJaqués en el bajo; Wholfan Mejía en el saxofón; Ignacio Gómez en la conga; en la trompeta Junior Guio; en la tamboraCarlos Gómez; y en el timbalPedro Gómez.
Félix Báez, uno de los músicos, afirma que este ha sido un grandioso aporte cultural. “se puede decir que nosotros rescatamos el son, con el grupo Boyé se vivió un surgimiento de este ritmo que estaba olvidado”. Expresó Báez.
Ruinas de San Francisco
Cada país cuenta con lugares históricos que mantienen vivo el fervor por los acontecimientos sucedidos en dicho lugar, ya sea una edificación, parque o museo, que representa a cada ciudadano de dicho país y con el que muchos se sienten identificados.
El Monasterio de San Francisco de la ciudad de Santo Domingo, es una de las ruinas más importantes de la República Dominicana, ubicada en la Zona Colonial de la referida ciudad y cuenta con más de quinientos años de existencia.
En sus alrededores, aún existen villas de la Capilla de la Tercera orden de Garay o de María Toledo. A través de su tina, se distribuye en todas las tuberías el agua a los habitantes de la zona, incluso, fue el primer acueducto de la ciudad.
Durante el paso del ciclón San Zenón en 1930, se destruye gran parte del edificio y en 1940 se instaló allí el manicomio Padre Billini.Actualmente, estas ruinas son utilizadas para eventos culturales y sociales, como las presentaciones del Grupo Boyé cada domingo.
Vecinos en la zona, turistas y todos los espectadores que semana tras semana visitan este lugar, sienten que en cada presentación se descubre algo nuevo, se viven cosas nuevas y crece en ellos el gran amor por la música, el lenguaje universal del amor.
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