El presidente de Estados Unidos busca frenar los gases emitidos por las centrales térmicas de carbón.
Washington, Estados Unidos, 3 de agosto 2015.-El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, dará a conocer este lunes la versión final de su plan para hacer frente a los gases de efecto invernadero con el que busca frenar los gases emitidos por las centrales térmicas de carbón.
"El cambio climático ya no es un problema de las siguientes generaciones. Ya no", dijo Obama en un video difundido este domingo.
El nuevo plan de energía limpia intenta disminuir las emisiones de carbono del sector de energía en un 32% antes de 2030 respecto a los niveles de 2005.
De llevarse a cabo significaría una transformación radical del sector eléctrico estadounidense, con energías más renovables y menos electricidad alimentada por carbón.
Algunos industriales que utilizan carbón han dicho que impugnarían la nueva legislación y detenerla en el Congreso.
La Casa Blanca insiste en que el plan será la salida para “una campaña climática sin cuartel" del presidente Obama y su gabinete.
Obama busca dar un paso significativo en la lucha contra el cambio climático mediante un reglamento federal que supera incluso, en un dos por ciento, el inicial "Plan de Energía Limpia", propuesto el año anterior por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, siglas en inglés).
En un video publicado el domingo por la Casa Blanca, Obama sostuvo que "el cambio climático no es un problema para otra generación. Ya no".
"Por ello -subrayó el mandatario-, el lunes mi Administración presentará la versión final del 'Plan de Energía Limpia' de Estados Unidos, el paso más grande y más importante que hemos dado nunca para combatir el cambio climático".
La nueva norma también exigirá a las centrales que prioricen las fuentes renovables de energía como la eólica y la solar, y presionará para que se invierta en estas.
Asimismo, el gobierno argumenta que una menor dependencia del carbón como fuente de energía permitirá un abaratamiento de las tarifas eléctricas para la ciudadanía.
Con la vista puesta en el año 2030 y en un país donde muchos congresistas niegan la evidencia científica sobre la responsabilidad humana en el calentamiento global, Obama abre un juego arduo debido también al poder económico y político de las industrias energética y del carbón.
Lo cierto es que el gobernante se niega a "condenar a nuestros hijos y nietos a un planeta que ya no puede arreglarse".
Según medios de prensa estadounidenses, cada estado tendrá un par de años -con fecha límite en 2018- para elaborar y poner en marcha planes para cumplir las metas que les impondrá la EPA.
El Presidente norteamericano busca llegar con propuestas concretas a la cumbre internacional sobre este tema fijada para París en diciembre próximo. En principio, allí se espera alcanzar un pacto internacional que impida rebasar los dos grados centígrados de calentamiento global con relación a los valores de la era preindustrial.
La Casa Blanca se comprometió en marzo último a rebajar para 2015 las emisiones totales de efecto invernadero entre un 26 y un 28 por ciento con respecto a 2005.