Washington, 3 ago (PL) El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, consideró hoy al cambio climático como la mayor amenaza para las futuras generaciones y presentó un plan federal para reducir sustancialmente las emisiones carbónicas de plantas termoeléctricas.
Desde la Casa Blanca, el mandatario reiteró -citando al Pentágono- algo que ya dijo hace unos meses desde los Everglades, Florida: el cambio climático significa incluso un riesgo inmediato para la seguridad nacional del país.
"El cambio climático no toca sólo el futuro de nuestros hijos y nietos, sino que hoy es una realidad", afirmó Obama, y agregó: "Somos la primera generación en sentir el impacto del cambio climático y la última generación que puede hacer algo para combatirlo".
Con tales apelaciones a las bases de la política y el sentido común estadounidenses, Obama lanzó su "Plan de Energía Limpia", que se propone reducir para 2030 las emisiones de carbono en centrales termoeléctricas con respecto a los niveles de 2005.
El jefe de la Casa Blanca consideró que esta constituye la apuesta más importante en Estados Unidos para combatir este fenómeno, pues dichas plantas son responsables de alrededor de un tercio de la contaminación carbónica en esta nación.
Señaló además que estas medidas permitirán una disminución drástica en los ataques de asma en niños pequeños y en las muertes prematuras vinculadas a este tipo de contaminación.
Las nuevas normas también exigirán a las centrales que prioricen las fuentes renovables de energía como la eólica y la solar, y presionará para que se invierta en estas.
Ante la amenaza del calentamiento global, Obama recordó a sus conciudadanos: "Solamente tenemos un hogar, un planeta. No hay un plan B".
Recordó la reciente encíclica del papa Francisco en que este sostiene que luchar contra el calentamiento global constituye una "obligación moral".
Previsiblemente -en un país donde aún hoy algunos legisladores conservadores niegan la evidencia científica sobre la responsabilidad humana en el calentamiento global- la administración Obama deberá enfrentar la oposición de poderosos intereses políticos vinculados a las influyentes industrias energética y del carbón.
El mandatario explicó que los estados dispondrán de "tiempo y flexibilidad" para elaborar sus planes y cumplir con las metas fijadas por la Agencia de Protección Medioambiental (EPA, siglas en inglés).
Este nuevo reglamento federal supera en un dos por ciento el inicial "Plan de Energía Limpia" propuesto el año anterior por la EPA.
La Casa Blanca también se comprometió en marzo pasado a rebajar para 2015 las emisiones totales de efecto invernadero de 26 a 28 por ciento con respecto a 2005.
El presidente norteamericano reconoció este lunes que ningún país por si solo puede frenar el calentamiento global y por ello busca llegar con propuestas concretas a la conferencia internacional sobre este tema fijada para París en diciembre próximo.
En principio, allí se espera alcanzar un pacto internacional que impida rebasar los dos grados centígrados de calentamiento global con relación a los valores de la era preindustrial.
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