Por Richard Justice/MLB.com
El mayor fuerte del tercera base de los Rangers, Adrián Beltré, también resulta ser su mayor debilidad, al menos en términos de sus argumentos para el Salón de la Fama.
El dominicano juega de una manera tan eficiente y de tanta facilidad que en ocasiones es fácil para él pasar algo desapercibido, con todo y sus 18 temporadas a un nivel tan alto.
Por eso es que lo que ocurrió el lunes en Arlington fue tan fuera de lo común. Con lo que hizo Beltré, la gente sí ha tenido que tomarse un tiempo para ponderar lo grande que ha sido la carrera del veterano. Fue uno de esos juegos que causó un impacto por todo el béisbol.
Beltré se convirtió en apenas el cuarto jugador en la historia de Grandes Ligas en tres ocasiones, durante la victoria de Texas sobre Houston. Y lo hizo en un lapso de cinco innings: Triple en la primera entrada, doble en la segunda, sencillo en la tercera y jonrón en la quinta.
¿Qué fácil, eh?
Vamos a decir desde ahora que Beltré, de una manera metódica, ha forjado una carrera digna del Salón de la Fama. Ahí no hay mucho debate.
Su WAR, en la versión de BaseballReference.com, es el 36to mejor de todos los tiempos con 80.7. Eso lo coloca quinto entre los antesalistas en los anales de Grandes Ligas. Sólo lo aventajan los Salón de la Fama Mike Schmidt (106.5), Eddie Matthews (96.4), Wade Boggs (91.0) y Brooks Robinson (88.4).
Su WAR de por vida es mejor que los de una larga lista de inmortales de Cooperstown, incluyendo a Joe DiMaggio, Johnny Bench y Reggie Jackson. También es mejor que el de Derek Jeter, quien tiene destino al Salón de la Fama.
Contando a los jugadores que se pasaron la mayor parte de sus carreras en la antesala, Beltré está quinto de por vida en hits, jonrones y empujadas.
¿Defensa? Esas métricas a veces son más complicadas, pero su WAR defensivo es el segundo de todos los tiempos en la tercera base, superado sólo por el de Robinson.
A sus 36 años de edad, a Beltré le faltan 303 hits para convertirse en apenas el noveno integrante del club de los 400 jonrones y 3,000 imparables. Cada miembro de ese grupo-Stan Musial, Hank Aaron, Willie Mays, etc.-está en el Salón de la Fama, con la excepción del cubano Rafael Palmeiro.
Después de eso están los cuatro Guantes de Oro, cuatro convocaciones al Juego de Estrellas y 10 veces dentro de los primeros 10 en las votaciones para el premio al Jugador Más Valioso de su liga.
En resumen, Beltré ha hecho lucir fácil todo esto. Nunca parece apurado ni desesperado en el terreno. Se posiciona de manera inteligente y maneja virtualmente cada batazo de manera limpia. Hace lucir increíblemente fácil una de las posiciones más difíciles del béisbol.
Sus compañeros afirman que no es callado para nada. Habla bastante y hace muchas bromas. Y también es un líder.
"Un líder en todo sentido de la palabra", dijo el gerente general de los Rangers, Jon Daniels.
"Es el mejor líder que he visto", expresó el manager de Texas, Jeff Banister.
Sus compañeros han contado innumerables historias de pequeños gestos, desde hablarle a un jugador que pase por problemas hasta ser el que le dé la bienvenida a un nuevo integrante del equipo.
Hace cinco años, cuando Beltré era agente libre, fue el escucha de ese entonces de los Rangers, Don Welkie-ahora con los Padres-quien convenció a Daniels a viajar a Las Vegas para reunirse con Beltré.
"Vas a quedar bien impresionado con este joven", Welke le dijo a Daniels.
El GG ya sabía bastante sobre el juego de Beltré. Es decir, sabía de la rara combinación de proeza tanto con el guante como el bate.
Welke quería que Daniels conociera a Beltré para que entendiera que los aportes del dominicano irían más allá del terreno, que el antesalista traería unión y enfoque al clubhouse de los Rangers.
Beltré había participado en una sola postemporada cuando los Rangers lo firmaron. Y aunque había jugado siete años con los Dodgers, cinco con los Marineros y una con los Medias Rojas, era uno de esos peloteros que había que ver para poder valorarlo.
Sus argumentos para el Salón de la Fama tienen bastante que ver con su defensa, que no ha sido el camino más fácil hacia Cooperstown. Hace poco, cuando USA Today trató de hablar con Beltré sobre sus posibilidades para el Salón, el veterano no quiso hablar mucho del tema.
"Eso significa que he jugado por mucho tiempo", dijo Beltré. "Eso es lo único que significa. No quiero pensar en eso. Después de retirarme, posiblemente me siente a pensar en eso".
Cuando él termine de jugar, mucha gente hará eso mismo. Y en esos momentos seguramente decidan que Beltré pertenece a las mismas conversaciones en las que se mencionan a Schmidt, (George) Brett y los demás.