SANTIAGO.- Al poner en funcionamiento la primera fase de la racionalización del agua potable, la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santiago (CORAASAN) espera que el embalse de la presa Tavera-Bao pueda acumular el líquido suficiente, para que no haya necesidad de reducir más el servicio.
El bajo nivel que presenta la presa Tavera-Bao ha obligado a la reducción en la producción de agua potable en un 25 por ciento, lo que fuerza a una racionalización para una distribución equitativa del líquido.
Silvio Durán, director general de esa empresa, dijo que cada día que pasa las cotas en esos lugares se reducen, sin la esperanza de que puedan recuperarse en los próximos días.
Se supo que las compuertas de la presa de Tavera están siendo prácticamente cerradas cada noche, debido a que a esas horas no se producen regíos, pero que esa medida afecta el servicio en el centro de la ciudad, en vista de que esa zona se nutre básicamente de las plantas localizadas en Nibaje, las que entonces no reciben agua suficiente del río Yaque del Norte.
Durán informó que en estos momentos el nivel de agua en la presa Tavera-Bao es de 313 metros sobre el nivel del mar, siendo su punto crítico 311.00. A pesar de que en algunos puntos del país han caído leves aguaceros en la Cordillera Central que abastece dichos embalses no ha llovido, provocando la caída drástica de sus niveles.
Mientras que el gerente de Operación y Mantenimiento de Agua Potable, Héctor Jáquez, explicó que para una operación normal de la presa, la misma debe tener un nivel sobre los 320.00 metros sobre el nivel del mar para la captación de la producción.
Jáquez sostuvo que para amortiguar la crisis producida por la sequía, CORAASAN dispondrá de más camiones cisternas y la creación de más pozos tubulares en Jacagua y Tamboril.
La empresa acuífera apeló a la conciencia ciudadana para la racionalización del agua y pide un uso acorde con la situación no desperdiciando el agua en mojar las calles, el lavado de vehículo y la regadera innecesaria de jardinería.
Invita a que se haga un uso racional del agua y se utilice lo humanamente necesaria para poder brindar una distribución equitativa del preciado líquido, en lo que la madre naturaleza nos suple la lluvia que nos dé un nivel adecuado de los embalses y así poner a producir nuestras plantas a toda capacidad y brindarle a nuestra población el servicio que merece.