Kuala Lumpur, 6 ago (PL) Las más diversas y polémicas teorías siguen presentes hoy sobre lo ocurrido al vuelo MH370, pese a la confirmación de que pertenecen al desaparecido Boeing 777-200ER los restos hallados en la isla francesa de La Reunión.
Expertos continúan emitiendo hipótesis que van desde un amarizaje controlado hasta la posibilidad de que plantaron pruebas.
El matemático canadiense Brock McEwen, quien siguió la investigación desde el inicio, considera ambiguo que los restos del aparato navegaran casi cuatro mil kilómetros del lugar donde dijeron cayó la nave.
Otras teorías sobre el destino del vuelo MH370 refieren que hubo un secuestro por extraterrestres o un derribo durante una maniobra conjunta entre Tailandia y Estados Unidos o un desvío de terroristas o que el avión permanece en una base norteamericana en la isla de Diego García.
El técnico Andre Milne, de la empresa Unicornio, dedicada a desarrollar tecnología militar aeroespacial, opina que el avión se estrelló en la bahía de Bengala, cerca de la India, y aseguró que el estado del flaperón muestra que el Boeing realizó un amarizaje.
De otro lado, especialistas del Grupo Independiente o IG, una reconocida coalición mundial de expertos en aviación, afirma que el aparato explotó en el aire.
Familiares de las víctimas del presunto accidente como el chino Liu Kun, cuyo hermano menor estaba en el vuelo perdido, aseguró que es falso el hallazgo de los restos.
Liu y otros parientes de las personas a bordo, señalan que los fragmentos hallados pertenecen a partes usadas con anterioridad e intercambiadas por nuevas durante los mantenimientos y ahora colocadas allí.
El vuelo MH370 partió el 8 de marzo de 2014 desde Kuala Lumpur con destino a Beijing, pero 40 minutos después de despegar perdió contacto total, luego de cambiar de rumbo norte hacia el suroeste.
La nave llevaba a bordo 239 personas, incluida la tripulación. La mayoría, 151, eran ciudadanos chinos.
A raíz de la desaparición del Boeing, comenzó una intensa búsqueda en el sur del océano Índico que involucró a 26 naciones que aportaron decenas de aviones y buques.
Hasta este miércoles esa operación, en unos 120 mil kilómetros cuadrados de mar, no encontró prueba alguna del paradero final del avión y sus viajeros.