Salma Hayeck no se guarda lo disgusto. Lo hizo cuando abandonó México para radicarse en Los Angeles. Y lo repite ahora cuando ya Hollywood no la acoge con igual pasión.
Para la actriz mexicana los estudios de Hollywood no la buscan, pero pese a ello ella se mantiene trabajando.
"Creo que no me quieren, pero en realidad no me importa", dijo la intérprete mexicana nominada a un Óscar de la Academia.
El más reciente trabajo ha sidoprestar su voz a la adaptación animada de El profeta, un libro de poesía del escritor libanés Kahlil Gibran de 1923.
Salma dijo que este libro de pasión estuvo parcialmente inspirado en su hija de 7 años, Valentina Pinault.