El escritor José del Castillo Pichardo afirmó que la República Dominicana se ha llenado de haitianos sin regulación con la complicidad del Estado, los empleadores y la élite política.
Al dictar la conferencia titulada “Relaciones Dominco-Haitianas en el Contexto Histórico: Tema Migratorio” auspiciada por el Centro Nacional para el Desarrollo (CENADE), Del Castillo Pichardo dijo que tanto en los gobiernos de Leonel Fernández como el de Hipólito Mejía se postergó la aplicación de la Ley Migratoria y fue solo cuando el Tribunal Constitucional emitió la sentencia 168-13 que el Poder Ejecutivo asumió su responsabilidad con la migración ilegal al país.
“Este país se ha llenado de haitianos y no hemos regulado a los haitianos. El Estado dominicano es el responsable número uno; el responsable número dos son los empleadores, que se han aprovechado hasta la saciedad, primero en la industria azucarera, de la informalidad de esa fuerza de trabajo, para todos los fines, y finalmente la elite política”, expresó el disertante, quien fue presentado por el ingeniero Temístocles Montás, ministro de Economía y alto dirigente peledeísta ante cientos de personas que se congregaron en el sector Jardines del Norte, del Distrito Nacional.
Explicó que la migración masiva de haitianos al país se intensificó al producirse un cambio de modelo económico a inicios de los años ochenta con la “demanda inducida”, lo que provocó que nuevos empresarios de la construcción, promotores, sustituyeran el programa de obras públicas que impulsaba Joaquín Balaguer y por eso vino la construcción de Plaza Central y otras más pequeñas.
“Ahí aparecen los haitianos. Había una cierta demanda. Se fugaban de los ingenios. Los dominicanos a su vez son demandados en Venezuela como soldadores y en Puerto Rico en la industria de la construcción. Ahí vienen a llenar los huecos los haitianos que están dispuestos a trabajar con salarios más bajos”, apuntó Del Castillo Pichardo.
Dijo que ese proceso de sustitución de mano de obra dominicana por haitiana avanzó tanto que “los haitianos dominan la industria de la construcción, incluso donde se utiliza tecnología de punta. Ellos no manejan las mezcladoras, pero todo lo demás lo hacen los haitianos en la industria de la construcción”, agregó.
En el aspecto político, el conferencista dijo que el haitiano es el tema que más se debate en la opinión pública desde hace 40 años, pero “no hay partido que tenga en su programa una fijación de posición sobre ese problema. Hay actitudes reactivas, individuales, unos dicen una cosa, pero no hay posiciones de los partidos y este es un tema prácticamente tabú”, apuntó.
Dijo que trabajó diez años en la elaboración del proyecto de la Ley de Migración, pero el presidente Leonel Fernández lo envió al Congreso Nacional el 27 de febrero del año 2000 cuando ya se iba del gobierno.
Agregó que durante cuatro años ese tema fue echado a un lado porque Fernández tenía en su agenda prioritaria el liderazgo con los países de Asia, Caribe y Pacífico (ACP), que se reunió en el país; el liderazgo con la Comunidad del Caribe, que también se reunió en República Dominicana.
Dijo que lo que procuraba Fernández era colocar al país como un polo de preferencia y el tema haitiano era muy sensitivo: dividía aquí y generaba reacciones internacionales en momentos en que el país negociaba tratados con el bloque africano, CARICOM y Centroamérica.
Reveló que el ex secretario de Relaciones Exteriores, Eduardo Latorre, le confesó que el proyecto de Ley de Migración se engavetó y finalmente fue enviado al Congreso al final del mandato de Fernández.
Del Castillo Pichardo recordó que cuando el proyecto iba a ser aprobado totalmente en el Congreso, la Cancillería bajo Hugo Tolentino lo retiró por unas críticas que surgieron de Mario Álvarez Dugan (entonces director del diario HOY) porque incluía tratos inhumanos, penalidades muy fuertes para hospederos y personal hospitalario que atendiese a ilegales.
Relató que una vez retirado el proyecto del Congreso, se formó una comisión muy pluralista que incluía a Carlos Dore Cabral, Eduardo García Michel, Pelegrín Castillo, Alejandro González Pons, el propio Del Castillo y otros que trabajaron en la Cancillería. “Esa fue la ley que finalmente se aprobó y que Hipólito Mejía promulgó el 15 de agosto de 2004, un día antes de irse del gobierno”, puntualizó.
Dijo que la ley establecía dictar el Reglamento de aplicación a los seis meses, el funcionamiento del Consejo Nacional de Migración, el Instituto de Migración para estudios técnicos, el Plan Nacional de Regularización, un censo de extranjeros.
Señaló que hubo en el gobierno de Fernández una sola reunión del Consejo Nacional de Migración en la que se constató que había posiciones divergentes sobre cómo abordar el tema en el propio gobierno y eso se diluyó.
Del Castillo Pichardo informó que n noviembre de 2011, en período electoral, el presidente Fernández fue a Migración y firmó el Decreto del Reglamento. “Pasaron ocho años y la ley no se ejecutó. Esa ley modificaba la del año 1939 y su Reglamento que era la vigente, bastante completa pero había que actualizarla para ponerla al día con todos los convenios que el país había firmado”.
“Se fueron los ocho años (de gobierno de Leonel) y no pasó nada en materia de aplicación de esa ley”, apuntó el conferencista.
Creación del Cesfront y Plan de Regularización
Del Castillo Pichardo también abordó el aspecto de la seguridad en la frontera del que dijo que cuando en el 2010 el terremoto destruyó gran parte de Haití, el país adoptó una actitud humanitaria, de fronteras abiertas.
Dijo que en relación con la creación del Cuerpo Especializado de Seguridad Fronteriza, no se trató de una iniciativa dominicana, “sino del Departamento de Seguridad Interior de Estados Unidos, que vino con una delegación a este país con la gente de la DEA, de patrullas de frontera, con todas las agencias”.
Afirmó que los norteamericanos se impresionaron con las denuncias de que esa frontera era una fuente de tráfico de armas y drogas. “Era una preocupación de seguridad nacional para Estados Unidos por el tema del terrorismo. Y se creó el Cesfront como una iniciativa realmente norteamericana, que debió ser nuestra”.
Dijo que luego vino la decisión histórica del Tribunal Constitucional que vino a imponerle al poder Ejecutivo la búsqueda de una solución al problema de la migración ilegal.
Del Castillo Pichardo consideró que desde hace años el tema haitiano pasó de una escala bilateral a una multilateral porque lo asumió la ONU, Unión Europea, la OEA, Departamento de Estado, Amnistía Internacional, American Human Right, en un país que es la República de las ONG y que está intervenido por tropas del Minustah.
“Nosotros tenemos que pensar que cuando bregamos con la problemática haitiana aquí en el país, no es con el señor Martelly, que es un cómico, sino con un conjunto de factores que inciden en Haití y que han querido, cómodamente, transferir este tema a los dominicanos”, sostuvo Del Castillo Pichardo.
Consideró que no toda la población inmigrante haitiana son mendigos, sino que muchos sirvieron como trabajadores en distintos sectores de la economía, por lo que expresó que el Plan de Regularización debió partir de los centros laborales.
“Nosotros tenemos un problema: somos dependientes de la mano de obra haitiana en la industria azucarera, la cosecha del arroz, el café, los plátanos y el banano, en la ganadería, ahora en la construcción y en algunas actividades del turismo”, expresó el conferencista.
Dijo que se debió forzar a los empleadores a financiar la legalización de sus asalariados, gente que tiene ya un contrato de trabajo y mucho tiempo en el país, en lugar de abrir el plan para que venga todo el mundo.
Manifestó que si la gente que tiene contrato de trabajo no logró registrarse y se adopta una política de repatriación, no es seguro que esa mano de obra pueda ser sustituida en forma automática por dominicanos porque “los mercados no funcionan así”.
“El mérito de esta administración (Danilo Medina) es que ha tomado el toro por los cuernos. Ha asumido el problema. A Danilo le pusieron una bomba en la mano y él le buscó el ‘bajadero’ con la Ley de Naturalización. Una salida inteligente. Muchos lo han criticado que no querían que esa salida se viabilizara, pero es un error de esa gente”, acotó Del Castillo Pichardo.
Advirtió que no es aceptable la presión de que todos los ilegales entren en el registro civil y dijo que hay que hacer conciencia de que es una batalla larga que va a tomar su tiempo.
“Lo que tenemos que hacer es organizar nuestra casa, formalizar la presencia de los que estén aquí que ameriten estar en el país, que tengan los méritos laborales y su récord de vida, y tratar de ir reduciendo progresivamente la presencia de personas no deseadas de ilegales haitianos y de otros países porque con esa dejadez se han refugiado gente de la mafia”, advirtió Del Castillo Pichardo.
Elogia la nueva diplomacia
Consideró que el país ha asumido una línea inteligente en su diplomacia y el nuevo canciller, que no proviene del área, ha demostrado capacidad de trabajo y un aprendizaje rápido.
“Yo me sorprendí de su desempeño en la reunión del Consejo Permanente de la OEA y la respuesta que le dio al embajador de Haití. Yo me sentí orgulloso de tener un canciller del Caribe, siendo una persona nueva; eso evidencia que podemos tener una diplomacia inteligente, proactiva y ganar audiencia.
Afirmó que fue inteligente por parte de Medina postergar las deportaciones porque la estrategia que había era “endilgarnos a nosotros cualquier fracaso que hubiera en las elecciones de Haití, tanto por parte de la élite haitiana como de la comunidad internacional, que están en una línea adversa hacia nuestros intereses”.
Recordó que esos sectores han intentado boicot de tipo político, obstáculos al comercio con agresiones a camioneros, difusión de noticias con relación a la crisis de seguridad y enfermedades que hay en el país con el interés de afectar el turismo y la economía.